Oscar Aguad: “A Macri lo votan los electores clásicos del radicalismo”

Oscar Aguad: “A Macri lo votan los electores clásicos del radicalismo”
La  "sesión" con el diputado radical Oscar Aguad fue telefónica, desde Córdoba.

 

-Se podría decir que su padre político fue Ramón Mestre, ¿verdad?

-Así es. Lo acompañé 15 años. Él era un enorme administrador de la cosa pública y sabía que el Estado no podía ser un costo irreversible para el sector privado, porque eso le quitaba posibilidades de inversión.

-Algunos dicen que usted es el "ala neoliberal" del radicalismo.

-A ver, yo no soy neoliberal, de ninguna manera. Soy un nacional que pienso en el desarrollo del país. Tanto el populismo estatista como el neoliberalismo pro mercado son muy malos. El equilibrio entre el sector público -que cumple funciones esenciales y pone las reglas de juego- y el sector privado que crea trabajo es vital.

-Cuando usted era ministro de gobierno de Mestre y en aquellos años 90 hubo que achicar plantas y echar gente, existieron marchas y protestas. Lo acusan de haber mandado a reprimir y de haber reclutado para eso a mano de obra de la dictadura.

-Jamás se reprimió en Córdoba. Lo que hicimos cuando había que achicar fue achicar el costo del Estado para que no tuviera que ser soportado por el resto de la sociedad.

-Pero además del "qué", lo que se le objeta es el "cómo". ¿Hubo represión?

-¡Jamás! En Córdoba no tuvimos muertos ni heridos. Al contrario, teníamos una buena relación con quienes hacían las manifestaciones. Las marchas iban controladas. Nunca tuve una imputación.

-¿Lo incomoda hablar de esto?

-No, al contrario. Me gusta mucho. Hace poco tuvimos una discusión en el radicalismo. Yo dije que había una diferencia: el radicalismo de Buenos Aires viene de la vieja Convención de Avellaneda, que a mi juicio fue uno de los grandes errores del radicalismo. Aquella convención pretendió correr al populismo de Perón con más populismo. Y ahí se formaron los dirigentes del radicalismo de Buenos Aires.

-Por ejemplo, ¿quiénes?

-Bueno, esta generación de dirigentes que gobernó incluso la Argentina.

-¿Representados hoy por... ?

-No, no voy a dar nombres porque después me peleo. Son amigos.

-Ernesto Sanz dijo que en 20 días van a lanzar un nuevo espacio opositor con la UCR, el GEN, el Partido Socialista y Libres del Sur. ¿Lo anotamos a usted ahí?

-Yo me anoto, pero con un pensamiento más amplio. Ése es el inicio de un camino que tiene que terminar en un gran acuerdo de quienes queremos enfrentar al populismo.

-Empecemos a elongar. ¿Hacia quién elongamos?

-Hacia todos los que comulgan con la idea del desarrollo nacional.

-¿Se acuerda de Romeo y Julieta, de los Montescos y los Capuletos? Dicen que, aunque sus respectivas familias se los prohíben, usted y Macri están enamorados.

-[Se ríe] No. A ver, yo creo que a Macri lo votan los electores clásicos del radicalismo. Hay un sector enorme de la clase media que quiere progresar, que hoy votan a Pro. Yo no puedo ser ajeno a esa realidad. Creo que la alianza para vencer al populismo tiene que ser amplia. Si el radicalismo no toma las decisiones que tiene que tomar, va a venir otro partido y nos van a reemplazar.

-O sea que usted haría una alianza con Pro...

-No quiero poner nombres propios.

-Pero ¿por qué no me dice que sí, que quiere una alianza con Pro? ¿Hay una fobia de los radicales a pronunciar la palabra Pro?

-No, yo no tengo ninguna fobia. Yo hablo con Macri.

-¿Para usted sería más votable Macri que, por ejemplo, Binner?

-No, yo no digo eso. Nosotros tenemos que armar una alianza, hacer una interna abierta y el que gane esa interna, a mi juicio, es el presidente de la Argentina.

-Acá tenemos lápiz y papel. Anotemos quién entra en la interna.

-Presidenciables: Binner, Cobos, Sanz, no sé si Lilita querrá ser candidata a presidenta o a jefa de gobierno...

-¿Y quién más?

-No, a ver. Si la interna es ésa, si el espacio es ése, yo creo que es muy difícil ganar las elecciones. En cambio, si nosotros ampliamos el espacio...

-¿Incluyéndolo a Macri?

-A todos aquellos que son capaces de conformar este espacio que ahora se llama UNEN y no sé cómo se llamará en el futuro.

-Lo voy a ayudar con la fobia. Voy a pronunciar una frase y quiero ver si usted es capaz de repetirla: "Incluiría a Macri en la interna de UNEN".

-Sí, no tengo problema. Absolutamente.

-¿O sea que esa frase puede ser un título?

-Sí, porque yo suscribo la idea de que la Argentina necesita desarrollarse y derrotar al populismo.

-Binner hizo declaraciones en la que ya no fue tan tajante como antes para descartar a Macri.

-Nadie ya lo descarta...

-La "macrifobia" está cediendo en mucha gente...

-Para llevar adelante un proceso de desarrollo, hay que ganar las elecciones. Y para ganarlas, hay que tener el coraje cívico de incluir incluso a los que no piensan lo mismo.

-Vamos por más: ¿y usted se elongaría ideológicamente hasta Massa?

-Massa no puede formar parte de este espacio, por más que piense lo mismo, porque si no, dejamos al país sin opciones. Hay que construir por lo menos dos alternativas al gobierno.

-A Binner se le podría estar curando la "macrifobia". Lilita también manifestó algún guiño a Macri. ¿Quién es el más irreductible con la posición de no acercarse a Pro?

-Creo que quedan muy pocos. [Risas] ¿Sabés por qué? Porque todos pensamos en la posibilidad de ganar las elecciones. Y todos nos damos cuenta, incluido Macri, de que separados no ganamos. Si pensamos lo mismo, ¿por qué no hacer una gran convergencia con un solo programa? Además, hacen falta cerca de 8000 dirigentes para gobernar la Argentina. ¿De dónde vamos a sacar tanta gente?

-Los kirchneristas que están leyendo se codean y se ríen: "Mirá el rejunte que quieren armar".

-No, esto no es un rejunte. La Alianza fracasó porque no tenía programa. A mi juicio, porque no tuvo el coraje de superar la convertibilidad, que era lo que estaba desindustrializando al país. Entonces, no podemos cometer ese mismo error.

-Y entre todos los posibles candidatos, ¿usted preferiría a...?

-A el programa... Esto requiere grandes sacrificios, grandes decisiones. Y cuidar socialmente a los que menos tienen. Hay que crear 250.000 puestos de trabajo por año y sacar a 12 millones de la pobreza.

-Usted fue uno de los que pidieron que el Consejo de la Magistratura se abocara a tratar con urgencia el caso Oyarbide.

-Oyarbide no puede seguir siendo juez. Las graves sospechas que pesan sobre él impiden que moralmente esté habilitado para seguir siéndolo.

-¿El Gobierno podría tener intenciones serias de destituirlo?

-En el Consejo de la Magistratura ayer los kirchneristas estaban muy preocupados. Esto es muy grave y, además, roza al poder. Si no lo destituyen, van a pagar los costos.

-Dejamos acá..

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