En una corta visita a París, el secretario de derechos humanos Claudio Avruj coordinó con el gobierno francés la desclasificación de los archivos “nominativos” y “no nominativos” de la embajada francesa en Buenos Aires durante la dictadura militar y cómo serán microfilmados.

La diferencia radica en los años en que esos archivos están protegidos por el secreto en Francia. Los “no nominativos”, que son los informes de los embajadores que se encuentran en los archivos de La Courneve, ya pueden ser liberados porque han pasado 25 años. Para los “nominativos”, que implican la identificación de personas y son más sensibles, se necesita un decreto del gobierno francés para relevarlos del secreto de estado de 50 años que impone la ley. El decreto es inminente y luego deben coincidir en la entrega, a través de una microfilmación, que va a necesitar un presupuesto especial. No se incluirán los informes de los servicios secretos franceses en ese intercambio.

Luego Avruj recibió a Amnesty y a los organismos de derechos humanos franco-argentinos en la embajada argentina en París, que le reclamaron “la liberación de Milagro Sala” y le exigieron “implementar la recomendación” del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la detención. Avruj respondió que es “una opinión” de la ONU y que se trata de un caso judicial. Milagro Sala continúa detenida en Jujuy, acusada de casos de corrupción durante la gestión del kirchnerismo.

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Los representantes de Hijos París, la Asociación de Ciudadanos Argentinos en Francia, France Amérique Latine, la Asociación de Familiares de Franceses Desaparecidos en Francia y el Colectivo por la Memoria entregaron “centenares de firmas pidiendo la libertad de señora Milagro Sala, obtenidas en el marco de una campaña que actualmente se desarrolla en Francia”, según un comunicado de las organizaciones.

El secretario Avruj regresaba de Ginebra, donde había sido interrogado por la Comisión de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, tras haber elevado al gobierno un cuestionario por escrito, que incluyó el caso Milagro Sala y otros temas humanitarios.

Los organismos también denunciaron amenazas telefónicas a la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y a la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto. El secretario dijo que las desconocía porque no había ninguna denuncia y que él regularmente habla por teléfono con la presidenta de Abuelas, sin que ella se lo informara.

También reclamaron que el país exija la extradición de Mario Sandoval, argentino con pasaporte francés y residente en Francia, acusado por la desaparición del estudiante Hernán Abriata, en 1976. Los tribunales franceses rechazaron la extradición, Argentina apeló y el caso está en la Corte de Casación en Versalles.

El secretario Avruj regresó el jueves a Buenos Aires. Antes explicó a los organismos que no es el gobierno argentino sino la UNESCO quien puede declarar a la ESMA como Patrimonio de la Humanidad.