Mauricio Macri convirtió en decreto el proyecto de modificación de la ley de ART que tenía medía sanción del Senado con un importante consenso de la oposición, los sindicatos y las empresas.

La jugada que nadie entendió hasta ahora metió a todos en un problema: Es inconstitucional legislar sobre temas laborales por decreto y la CGT se reunirá este martes presumiblemente para rechazar no el fondo sino la forma. Es lógico, no pueden dejar que se abra esa puerta.

El kirchnerismo y otros sectores por su parte el miércoles cuando termine la feria judicial, interpondrán amparos contra el decreto que la justicia convalidará.

Para salvar esa boutade, en el peronismo y el Frente Renovador, más otros aliados de la oposición en Diputados, estudian convocar a una sesión para tratar la media sanción del Senado y convertir el proyecto en ley. Aprovecharían que Macri incluyó el tema en su convocatoria a extraordinarias. Está habilitado.

El análisis incluiría una serie de reuniones con la CGT, abogados laboralistas y empresarios.

Si esta salida avanza y el Gobierno la apoya, podrían dejar sin quórum la reunión de la bicameral que controla los DNU, cuya reunión está prevista para este jueves y que debería rechazar el decreto de ART.

Containers y migraciones

Los otros decretos que firmó Macri en principio no serían rechazados. El que dispone repartir en ayuda social los containers incautados no es novedoso: El primero en instrumentar esa práctica por decreto fue Eduardo Duhalde y ese DNU incluyó la firma de la jefa de bloque del massismo y entonces ministra, Graciela Camaño.

Y las modificaciones de normas migratorias, incluidas las que probablemente se conozcan mañana, están en sintonía con lo que propuso Massa en su campaña, de manera que tampoco las objetarán.

El tigrense tiene a través del diputado Raúl Pérez un voto clave en la comisión que junto al zigzagueante Adolfo Rodríguez Saá, tienen la capacidad de rechazar los DNU si votan con el kirchnerismo o aprobarlos si lo hacen con Cambiemos.