La oposición puso el grito en el cielo esta tarde al comprobar que -según su visión- otra de las trampitas del mega proyecto de ley enviado por el Gobierno para cancelar las deudas previsionales es que la pensión a la vejez, que reemplaza la moratoria previsional, sólo está garantizada por los próximos tres años.

Así surge del artículo 13 del proyecto, donde se crea “la pensión universal” para los mayores de 65 años que no estén cobrando ningún haber previsional, quienes accederían a una suma fija del 80% de la jubilación mínima.

 

 

 

Según admitió el propio Marcos Peña en su exposición ante el Senado, la pensión reemplazará a la moratoria previsional que hoy tiene a más de 3 millones de beneficiarios, tanto como el resto del sistema. Cobran jubilación mínima con un leve descuento, en concepto del pago por aportes no realizados.

La pensión por vejez que reemplazará a la moratoria, levanta el piso a las mujeres para acceder de 60 a 65 años y sólo está prevista para los próximos tres años.

 

 

 

La primera diferencia entre un sistema y otro es la edad, porque la moratoria sostiene el mínimo de 60 años para las jubilaciones de mujeres, mientras que la pensión las iguala al piso de 65 de los hombres.

 

 

 

Pero la mayor sorpresa fue que la pensión tampoco es una garantía eterna, sino que la ley sólo las extiende hasta 2019. O sea, si todo sale como lo planeó el Gobierno, cuando Macri finalice su mandato hará falta otra ley para que los mayores de 65 años sin aportes suficientes para jubilarse reciban una pensión.

 

 

 

La trampa surge del articulo 12, que crea el Consejo de Sustentabilidad Previsional, para que durante los próximos tres años cree “un nuevo sistema previsional, universal, integral, solidario y sustentable”. Un dato: No aclara que debe ser público.

 

 

 

Y el primero requisito para acceder a la pensión por vejez es hacerlo “dentro del plazo previsto” en el mencionado artículo 12, o sea, únicamente estará disponible tres años. En este marco, una mujer de 61 años sin aportes quedará a la deriva. 

El artilugio fue descubierto por Mirta Tundis, diputada del Frente Renovador y experta en temas previsionales de larga data.

 

 

 

Se lo planteó a Sergio Massa y coincidieron en insistir con sostener la moratoria jubilatoria, un planteo que ya sostienen el Frente para la Victoria y el Bloque Peronista de Diego Bossio. Con la trampa de los tres años, difícilmente cambien su postura.