La oposición buscará evitar que el Gobierno apruebe una ley clave

Por la fuga de diputados, el bloque del FPV tendrá dificultades para lograr el quórum propio en la Cámara baja. Es la de emergencia económica. Y busca cambios en el tributo a la venta de cigarrillos y el impuesto al cheque.
Ante el temor concreto de que la fuga de aliados continúe y erosione aún más su acotada mayoría parlamentaria, el kirchnerismo apuesta a exprimir al máximo la agenda en el Congreso antes de las elecciones del 27 de octubre. Intentará aprobar leyes consideradas clave por el Gobierno para el manejo de la economía, pero a la vez quiere evitar negociar con la oposición.

Sobresalen tres: la prórroga de la ley de Emergencia Económica y la renovación del impuesto al cheque y el tributo adicional a la venta de cigarrillos. Una idéntica situación a lo que aconteció en 2009, cuando tras la derrota en las legislativas, el Gobierno se anticipó y aprobó una amplia batería de leyes antes de perder la mayoría en ambas Cámaras. Pero esta vez el escenario podría ser distinto: la oposición luce decidida a unirse para ponerle límites y dejaría al oficialismo casi sin margen de error para conseguir el quórum y tratar los proyectos.

En Diputados, donde el kirchnerismo perdió en las últimas semanas dos aliados (Mariana Veaute y Rubén Sciutto) a manos de Sergio Massa, a priori tendría serias complicaciones para abrir la sesión. Es que desde la UCR, el PRO, el Frente Amplio Progresista, el peronismo disidente, el Frente Renovador, Unión por Todos y Unidad Popular ya confirmaron a Clarín su rechazo a las iniciativas del Gobierno. Y hoy, las cuentas más optimistas que se sacan dentro del bloque K registran 129 legisladores, el número justo para el quórum. Aunque desde la oposición aseguran que es menor. “Hoy están con dificultades para tener quórum propio. Son sólo 127 diputados, necesitan acordar con alguien”, advirtió el diputado Claudio Lozano (Unidad Popular), uno de los que siempre espera que el oficialismo primero logre el número para bajar al recinto.

Para la oposición, la Emergencia Económica, sancionada tras la crisis de 2001, no tiene razón de ser. Principalmente por los propios argumentos que da el Gobierno cuando habla de “una década ganada”. También hay consenso respecto a los cuestionamientos contra la vigencia de los superpoderes que le permiten al jefe de Gabinete modificar a su antojo el Presupuesto. Y en rediscutir los porcentajes de coparticipación que fija el impuesto al cheque: hoy el 85 por ciento se lo lleva Nación y apenas un 15 por ciento va para las provincias.

“Siempre hemos votado negativamente a la Emergencia Económica. Es una herramienta que no tiene ninguna lógica con el estado actual de la Argentina”, señaló el santafesino Juan Carlos Zabalza, jefe del bloque del FAP. “Obviamente no la vamos a votar. Suena vergonzante que insistan con estas leyes tras 10 años de supuesto éxito. ¿Dónde está la década ganada?”, agregó Gustavo Ferrari, referente del denarvaísmo. A su vez, el presidente del bloque de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, consideró “muy poco serio” que se pretenda prorrogar esa ley. Y apuntó también contra las amplias atribuciones que se delegan en la Presidenta: “En realidad quieren que Cristina actúe cada vez con mayor discrecionalidad con los fondos públicos”. Desde el flamante Frente Renovador, que responde a Massa, el jefe de la bancada Roberto Mouilleron calificó de “vergonzosa” la intención del Gobierno y argumentó: “O mienten con la emergencia, o mienten con la década ganada”.

En el Senado, la oposición también luce abroquelada, aunque hasta diciembre el kirchnerismo tiene margen de maniobra para avanzar: entre propios y aliados, suma 39 legisladores, dos más que el quórum. “Si estamos en emergencia, que se sinceren. Y si no, que no pretendan que votemos la emergencia”, reclamó el jefe de la bancada de la UCR José Cano. Del mismo modo, Rubén Giustiniani, titular del interbloque del FAP, se sumó al rechazo: “Es un disparate prorrogar la ley”. Mientras, Sonia Escudero, del Peronismo Federal, ironizó: “Cuando termine el mandato de la Presidenta, el país habrá estado oficialmente 14 años en crisis”.

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