La oposición venezolana optó ayer por trazar una prudente hoja de ruta, sin renunciar a la calle, trasla violenta detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Esa escalada en la represión gubernamental sucedió dos días después de que Nicolás Maduro realizó, el martes, un viaje sorpresa a Cuba, durante el cual mantuvo una reunión con Fidel Castro, según dijo el propio presidente.

"La detención de Ledezma no es una simple maniobra de distracción, es una agresión en toda la línea. Buscan ilegalizar de facto a la oposición y colocar al país en la ruta de la violencia. Si el costo de la política es la persecución y la muerte, sólo queda la violencia", expresó Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Sus palabras sonaron más fuertes que nunca: Torrealba sugirió que en Venezuela se vive un golpe de Estado, desde el gobierno, contra la soberanía y la institucionalidad democrática. Torrealba reiteró que la oposición está en emergencia y sesión permanente en tres ámbitos: derechos humanos y apoyo jurídico, contacto con ONG defensoras de los derechos humanos y activismo internacional.

La oposición democrática prepara una campaña nacional de movilización ("la campaña de la verde"), con tres componentes principales: casa por casa, redes y activismo juvenil y organización internacional. "Lo que pasa en Venezuela va a repercutir en toda la región, ya hay reacciones en varios países: Chile, Estados Unidos y Colombia. El mundo ve este golpe de Estado en progreso", agregó el dirigente.

Los anuncios de la MUD vinieron precedidos de una concentración convocada por el partido de Ledezma, Alianza Bravo Pueblo (ABP), en la plaza Brion de Chacaíto, en Caracas. Aunque fue poca gente, los ánimos estaban caldeados: los manifestantes exigieron a gritos la renuncia de Maduro.

El secretario general de ABP, Richard Blanco, levantó el Acuerdo para la Transición Nacional, documento por el que se acusa a Ledezma de formar parte de un supuesto golpe de Estado y reiteró que apoyan cada palabra. "Esto no es un parte de guerra. Es un documento que indica que en Venezuela es imperioso hacer un cambio de modelo", señaló.

El texto en cuestión sí pide la renuncia de Maduro, que es algo constitucional, y sí habla de la necesidad de instalar un gobierno de transición para sacar al país de la crisis.

María Corina Machado, a quien se le arrebató su escaño por una imposición inconstitucional, pidió a todos los venezolanos suscribir el texto. También solicitó a la comunidad internacional que no abandone a Venezuela. "Aquí se desenmascaró la dictadura militarista y mafiosa, que no tiene escrúpulos para reprimir, perseguir y asesinar. Los golpistas están es en el poder. Venezuela se cansó y esto se acabó. Hay deserciones en el oficialismo, el gobierno está en su fase terminal", clamó.

El otro amenazado por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, es el diputado Julio Borges. Fuentes políticas aseveraron que en la próxima sesión de la Asamblea, lunes o martes, le revocarán su inmunidad parlamentaria para ordenar al Tribunal Supremo de Justicia que lo investiguen.

El partido de Borges y del gobernador Henrique Capriles, Primero Justicia, se reunió en la tarde de ayer. La orden fue directa: aunque lo detengan, hay que insistir en la organización y en la ruta electoral.

Los rumores de una acción judicial o policial contra Machado también persiguieron a la dirigente opositora durante todo el día. Anoche, la ex diputada continuaba en libertad.

"Por orden de la Fiscalía fue capturado, para que responda por todos los delitos cometidos contra la paz y contra la Constitución. Ledezma deberá pagar por sus crímenes. El que esté detrás de estos atentados golpistas debe pagar con la cárcel", puntualizó Nicolás Maduro en una transmisión obligatoria para todas las televisiones y radios del país.

El primer mandatario también acusó a López, el preso político más emblemático del chavismo, de ser "agente confeso" de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

¿Qué busca Maduro intensificando la campaña contra la oposición y con la detención de Ledezma? Éstas son las preguntas que atormentan desde la noche del jueves a los principales dirigentes de la oposición. La respuesta compartida por la mayoría es que pretende calentar la calle para justificar la suspensión de las elecciones parlamentarias.

Los últimos sondeos arrojan datos muy preocupantes para la revolución: Maduro no alcanza un 20% de confianza del electorado y su partido pierde la mayoría en la Asamblea Nacional, cuyos comicios no han sido convocados todavía, aunque deberían celebrarse antes de fin de año.

El último sondeo también sitúa, por primera vez, al oficialismo por debajo de Primero Justicia..