El radicalismo que responde a Mario Barletta y José Corral aceleró ayer un operativo para meter presión a Miguel Lifschitz y obligarlo a desdoblar las elecciones de 2017, lo que significaría ir a las urnas cuatro veces: dos para elegir concejales (primaria y general) y otras dos para definir diputados nacionales (primaria y general). "Es lo que conviene", le aconsejó Corral. Mientras que su amigo y presidente de la UCR, Julían Galdeano, explicó por qué. "Si el gobernador se equivoca" y no desdobla las elecciones "va a poner en serio riesgo la continuidad del Frente Progresista. Nosotros no deseamos eso, pero advertimos que puede suceder", dijo. ¿Se rompe el Frente? "Va a ser la crónica de la muerte anunciada si hacemos las elecciones en la misma fecha", anunció Galdeano.

El vicegobernador Carlos Fascendini salió a respaldar a Lifschitz y le recordó a Corral y compañía que en Santa Fe, históricamente, las elecciones de medio término se unifican, como ocurrió en 2013, cuando hasta se utilizaron dos sistemas electorales distintos (boleta única en la local y boleta sábana en la nacional), pero en una sola jornada. "No hay ningún motivo" "ni impedimento constitucional para separarlas", planteó Fascendini.

Lifschitz intentará esquivar el apriete. Ya le pidió a su ministro de Gobierno Pablo Farías que convoque a una ronda de consulta a los partidos políticos, lo que le permitiría postergar la decisión de unificar o separar las elecciones hasta mediados de enero.

El operativo de los macristas está cantado. Los radicales de Cambiemos, entre ellos Barletta, ya anunciaron que compartirán las listas de candidatos a diputados nacionales con el PRO. Mientras que en la contienda local podrían integrar listas con el Frente Progresista. Si las elecciones son separadas no tendrían problemas, pero si se unifican quedarían tironeados entre su sociedad con Mauricio Macri y su alianza con el socialismo.

Ayer, Corral le pidió a Lifschitz que desdoble las elecciones de 2017: "Es lo que conviene. Nosotros pensamos que hay que separar la competencia local de la nacional porque son dos sistemas y realidades políticas diferentes. Hay elecciones en todas las ciudades y pueblos de la provincia, en algunas se eligen intendentes y en otras, concejales y presidentes de comunas. Conviene separarlas de las elecciones de diputados nacionales".

En la misma pinza, Galdeano fue más dramático: dijo que si Lifschitz "se equivoca" y no desdobla las elecciones "va a poner en serio riesgo el Frente. Nosotros no deseamos eso, pero advertimos que puedo suceder".

- Usted le pide a Lifschitz que desdoble las elecciones para evitar la fractura del Frente? le planteó un colega de Radio de Noticias.

- Sí - contestó Galdeano. "Nuestra pertenencia al Frente no es un corset rígido que no se puede modificar". Y advirtió: "Si hacemos las elecciones en la misma fecha, va a ser la crónica de una muerte anunciada".

- ¿Me dice que si Lifschitz no desdobla las elecciones es el fin del Frente Progresista?

- Va a estar en dificultades concluyó Galdeano.

Ante semejante operativo, Fascendini respaldó a Lifschitz. "No hay ningún motivo para que las elecciones sean separadas. Es muy difícil explicar por qué hay que separarlas". Y recordó que "todas las elecciones intermedias se han hecho juntas porque no existe impedimento constitucional para unificarlas" con las nacionales. En 2013, se hicieron el mismo día, aún con sistemas distintos. En las municipales votamos con boleta única y en las nacionales con la boleta sábana.

"Yo hablo desde el punto de vista institucional, no desde la conveniencia política. En orden a la practicidad y a no llevar cuatro veces a los ciudadanos a votar (dos internas y dos generales), podemos hacer un ahorro procesal muy importante y evitar incomodidades al electorado. Así ocurrió en 2013 y en todas las elecciones intermedias que siempre han sido simultáneas, así que separarlas ahora, sería muy difícil de explicar", alertó Fascendini.

- ¿Si hay radicales que quieren ir con Cambiemos y otros con el Frente Progresista, no sería mejor que cada uno elija su camino? ¿O es un lío muy grande? le preguntaron.

--Clarificaría la situación. Hay libertad para hacerlo respondió.

Ya en agosto, Fascendini le pidió a los radicales macristas que se fueran del gobierno de Lifschitz: "Creo que la banda de Corral y Barletta deberían dejar los lugares que están ocupando en la provincia, antes de que los echemos".