Con una operación inédita salvaron de un trasplante de corazón a un joven

Con una operación inédita salvaron de un trasplante de corazón a un joven

Se suele realizar en pacientes mayores de 80 años. El procedimiento consiste en reemplazar la válvula aórtica mediante un cateterismo.

Una intervención cardíaca que se suele realizar en pacientes mayores (de más de 80) se practicó por primera vez en un joven de 24 años y fue todo un éxito. Se trata de un procedimiento de reemplazo de la válvula aórtica mediante cateterismo. El complejo cuadro del paciente, por el que varios especialistas ya pensaban en la posibilidad de un trasplante, instó a los médicos a usar esta técnica.

Se llevó a cabo a mediados del mes pasado en la Clínica Adventista Belgrano, con sede en la Ciudad de Buenos Aires, y el paciente ya se encuentra en su casa. “Sin ninguna duda, es el primero en Argentina en una persona tan joven y no tenemos reportes sobre un caso similar en otros países”, afirmó el médico Alejandro Cherro, jefe de Cardiología Intervencionista del Instituto Cardiovascular, que estuvo a cargo del procedimiento.

El joven intervenido tenía antecedentes de válvula bicúspide, una anomalía de nacimiento que le provocaba una restricción severa del flujo sanguíneo del corazón a la arteria aorta. Esta situación le generaba endurecimiento (estenosis) por lo que ya había sido tratado. “En sus primeros meses de vida se sometió a una valvuloplastía aórtica y años después tuvo un reemplazo valvular aórtico por cirugía convencional que requirió, al poco tiempo, una nueva cirugía por la presencia de una infección de la válvula colocada, por lo que recibió un implante de donante cadavérico”, explicó elcardiólogo Gustavo Weiss, que es director médico del Instituto Cardiovascular Adventista.

Tras 12 años de esa última operación se tornó necesario un nuevo cambio en la válvula. Teniendo en cuenta sus antecedentes y otros problemas, ya se hablaba de la posibilidad de realizarle un trasplante cardíaco. Por eso, se optó por este implante percutáneo. La técnica consiste en la introducción a través de la ingle de un catéter que, al llegar a la zona de la válvula aórtica, despliega en su interior una prótesis de reemplazo restituyendo su función, que es la de conducir la sangre desde el corazón hacia los diferentes órganos.

En diálogo con Clarín, el médico especialista en Cardioangiología Intervencionista que también participó del procedimiento, Ernesto Torresani, destacó que, gracias a esta técnica, se pudo “postergar el trasplante por varios años e incluso, pensando en los avances tecnológicos, hasta evitarlo”.

Por su parte, Jorge Lerman, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Fundación Cardiológica Argentina y profesor consulto de Cardiología de la UBA, aseguró que “lo que hicieron es algo innovador y poco frecuente no sólo por la edad del paciente sino porque ya tenía colocada una válvula de donante cadavérico. Gracias a esto, aumentaron sus posibilidades de sobrevida y mejoraron la calidad de los años que tendrá por delante”.

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