La operación blanqueo de los Moyano también deja pegado a Pulti

La operación blanqueo de los Moyano también deja pegado a Pulti

Y hablando de financiación de la política. Vilma y “Tony” (no Toni) no fueron a la Gruta de Lourdes, para conocer a Hugo. Fueron a Francia 2261. Seguramente, no pensaron, que Facundo Moyano piensa ser candidato a intendente de Mar del Plata, si mide en las encuestas. Los Moyano tienen estrecho vínculo con el intendente Gustavo Pulti. Interactúan con nombramientos en la Municipalidad (Héctor Martínez y Luis Martín) a quienes ubicó como directores de Higiene Urbana. Un hijo de Eva Moyano, ejerce como abogado, siendo jerárquico en la Oficina de Defensa del Consumidor.

Uno de los hombres de Camioneros, trascendió que también formaba parte de la asociación ilícita, que investiga la Justicia y tiene como jefe a Juan Carlos Belmonte. Hay una pata del sindicato, metida en esa causa y según la información recogida, favorecía los trámites en la Unidad Descentralizada El Gaucho, donde se habrían otorgado licencias de conducir a quienes no sabían leer ni escribir. La participación aparece como influencia en el psico – físico.

Luis Barrionuevo confió a mdphoy.com : “¡¡¡Sabés la plata que puse para que Pulti sea intendente!!! Y ahora es más K que Cristina”. Mientras cantaba Luciano Pereyra, y Graciela Camaño se lo llevaba de un brazo para oír su voz, y despegaba a Luis del molesto periodista en un VIP de Punta Mogotes. El gastronómico se refería a cómo había llegado Acción Marplatense a la intendencia. También recuerda Eduardo Romanín, como fue desplazado (en 1989) por 25.000 poderosas razones, aportadas por concesionario emblemático del Torreón del Monje, llevadas por un ex concejal de Pulti. Más tarde, La Bancaria también arrimó lo suyo a través de José Lupiano, secretario financiero del gremio en la época de Juan José Zanola.

Pero el tema camioneros en general,  y Mar del Plata en particular, merecen un párrafo aparte. Hay nepotismo, herencia en los cargos, sucesiones de carácter vitalicio, negocios con el Estado que es necesario mantener, disponer de cuotas sindicales y sociales,  en algo que llaman gremio y “defiende a los trabajadores”. La estructura es la misma, tanto en camioneros o en el sindicato de los peajes, entre Hugo, Pablo y Facundo, y otros miembros de la familia como Eva Moyano, se reparten la torta.

El padre, desde hace décadas, se entronizó en el poder que factura políticamente dentro del Peronismo o del Partido Justicialista, según cómo venga la mano.

En una operación blanqueo, que en la política se la dio en llamar la “Gran Michael Jackson”, se intenta hacer jugar a Facundo Moyano, como la versión más atildada del clan. Todo mereció un despliegue que incluyó al multimedios La Capital y un almuerzo con Mirtha Legrand, con una aparición en cámara, de la novia de Facundo para saludar a la diva (hoy de Canal 13), bien de cholulos.

Facundo Moyano recauda a través de las cabinas de peaje, que no tienen precisamente los precios cuidados y recaudan una fortuna. El hijo de Hugo, ya anduvo sobrevolando el espinel como presidente de la juventud sindical, miembro de La Cámpora, presidente de Alvarado, es decir abriéndose camino, sin bloquear fábricas ni diarios, sino levantando algunas barreras de los peajes, cuando es necesario elevar la pretensión económica.

Se había instalado en Mar del Plata, cuando Alvarado era el club que lo proyectaría a un nivel de conocimiento aceptable, para convertirse en candidato por alguna fracción peronista, y a expensas de una inversión que pagan todos los automovilistas y recaudan los concesionarios de las rutas argentinas, en las cabinas de peaje. Un negocio espectacular, montado por el líder de la CGT, pensando en el futuro de sus hijos y la familia, tomó al pié de la letra aquello de que la plata no se hace laburando.

Facundo alquiló lujosa residencia (desde ahí pensaba manejar Alvarado) en la calle Urquiza, muy cerca a la costa, paradójicamente a un ex presidente del Club Aldosivi, pagó por adelantado la temporada de verano, pero enterado su padre debió dejar el lugar, para no generar un nuevo escándalo, que los involucrara como políticamente incorrectos.

Pero la organización ha tomado semejante envergadura, que condiciona a través de su poder y el manejo de la central obrero de la Argentina. Moyano (Hugo) hasta octubre de 2011 instó a votar por CFK, cuando logró el 54 %, y el 15 de diciembre de 2011 (50 días después) en la Cancha de Huracán, arrió al “movimiento obrero” para alejarse de las políticas K. Es decir no se hacen cargo de nada.

Y en este tren Pablo Moyano en el litigio en Quilmes, dijo que habrán los muertos que hagan falta uno, dos , tres … en su enfrentamiento con el “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes y sindicalista de la UOM. Gutiérrez decidió municipalizar el servicio de recolección de residuos (principal fuente de recaudación de los camioneros en toda la provincia), y hay otros intendentes que piensan hacer lo mismo, ya que el costo del servicio absorbe hasta el 30 % de los presupuestos municipales, mientras que por administración propia no sobrepasa el 10 %.

Ahora es cómica la reacción de Hugo Moyano, quien defiende la contratación de las empresas a las cuales se lo vincula, como COVELIA. Dice Moyano que las unidades del servicio (camiones compactadores) en manos de las empresas tienen una vida útil de 8 años, mientras que en manos de los empleados municipales duran la mitad. Lo cual lo ubica como un privatizador de servicios,  a la derecha de Carlos Menem y Domingo Cavallo.

Facundo era de La Cámpora, ahora no lo es tanto, pero le gusta Sergio Massa, mientras su papá se alinea con Daniel Scioli. Es una especie de tutti frutti de la política, siempre con un punto de apoyo para mover las influencias.  No es raro que a los Moyano, se los vincule como mecenas de clubes, Alvarado, Independiente de Avellaneda u ofreciendo una fortuna por Comunicaciones en el Barrio de Núñez, que fue rechazada por la justicia. En todos los casos se habla de cientos de miles de dólares.

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