Olivicultura: en conflicto salarial, avalarían créditos con producción

Olivicultura: en conflicto salarial, avalarían créditos con producción

Hay 2 aceiteras de San Martín de paro por incumplir sueldos de convenio e inactividad. Para facilitar el financiamiento, la Asociación Olivícola quiere ofrecer aceitunas y aceite de 2015 como warrants.

Por estos días en los que los productores vitivinícolas tienen poco que celebrar pese a la Fiesta de la Vendimia que pasó, sus pares de la olivicultura no le van en zaga.

Un conflicto salarial en reclamo por el inicio de la temporada y el pago de salarios de convenio que comenzó con 2 plantas aceiteras de Palmira pero amenaza generalizarse, dibujan una campaña 2015 complicada en cuanto a financiamiento, por lo cual las empresas estudian usar como garantía crediticia su producción, lo que en la jerga financiera se llama warrant.

Alrededor de 40 operarios que se desempeñan en las firmas Gabutti y Olivi, de Palmira, en huelga por sus condiciones laborales y sueldos, son muestra patente de la coyuntura de la industria, a días de comenzar la cosecha de aceitunas para consumo, y a un mes del ciclo de aceiteras.

En realidad, es la punta del iceberg de un problema que enfrenta al sector empresario nucleado en Asolmen con el sindicato, que reclama que se respete el sueldo convenido en 2014, de $ 10.500 en categoría inicial, para alrededor de 1.000 trabajadores.

Actualmente el salario no supera $ 8.000 mensuales, y mientras la mayoría paga sueldos acordes al rubro Alimentación, y otros según Uatre, de trabajadores rurales ( $ 5 mil), pocos aplican el convenio aceitero.

Éste y otros factores presionan sobre costos y apuran opciones que la Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen) estudia. Una de las principales es que los productos elaborados en 2015 sean garantía de créditos, de modo de facilitar el recurso financiero. 

“El warrant es una propuesta en carpeta. Sería beneficioso porque permitirá abaratar costos, y propicio para un año como éste, que se perfila complicado para el financiamiento”, señaló Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo y directivo de Asolmen.

Los planteos de fondo persisten en la quita de retenciones (5%) y mejora del tipo de cambio, más remotas, por lo que contar con la figura del warrant olivícola para mantenerse a flote toma fuerza siempre que, según Bustos Carra, exista “un sistema que no afecte costos ni cumplimiento, y un ente que lo regule”.

Sin cerrarse a la chance, las fábricas pintan un año tan complicado como 2014, que dejó un tercio de la cosecha por las heladas.

“No sólo se debe a la dificultad de encontrar cosechadores sino por los precios y la falta de producción de calidad ante el granizo, porque mucha gente hace tiempo que no cura. A esta altura no sabemos bien cómo vamos a encarar la temporada”, sintetizó Marcelo Simone, de Olivícola Simone.

 

Warrants para todos

Más difícil se ve desde la óptica de los pequeños productores, muchos de los cuales, por la caída constante de la rentabilidad, bajaron la guardia y desde 2012 ceden terreno frente al avance de emprendimientos inmobiliarios.

Para los que siguen, tras un 2014 desolador que dejó apenas 30% de materia prima en condiciones de procesarse, 2015 asoma sin precio por falta de mercado, lo que, aun con el beneficio del warrant, puede alejarlos de un préstamo. 

“Al reducirse las posibilidades por la caída de exportaciones resulta más viable para empresarios medianos a grandes. El chico sobrevive sin ser sujeto de crédito; de hecho, para el que aún puede, si debe patente de un tractor no lo consigue”, analizó Fabián Núñez, productor y miembro de la Comisión Olivícola de la FAA (Federación Agraria Argentina).

Por ese motivo, hay un criterio compartido con los industriales tendiente a que sea una herramienta al alcance de la mayoría.

Como lo definió Alejandro Libanti, propietario de la aceitera homónima que funciona en Junín desde hace 49 años, “el warrant puede ayudar, pero es fundamental salvar al olivicultor: Mendoza era la principal productora del país y hoy estamos cuartos cómodos. Por eso, aunque permita rapidez y una garantía eficaz al que presta, debe ser proporcional y llegar a grandes y chicos”.

Los olivicultores mendocinos consideran que Brasil, un mercado clave, al menos en esta temporada resulta inalcanzable para la aceituna y el aceite local, frente al masivo ingreso de mercadería de España, Portugal y Grecia, a otro nivel de competencia. Un obstáculo a tener en cuenta.

Para Núñez “aunque haya más producto, el problema es dónde destinarla”. De ahí que las fábricas coinciden en un diagnóstico.

“En estas condiciones, si el Gobierno va a financiar a través del Fondo puede servir porque dudo que los privados lo hagan”, completó Simone.

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