Okupas: por la falta de soluciones y la lluvia hay menos familias en el Pirayuí

Okupas: por la falta de soluciones y la lluvia hay menos familias en el Pirayuí
Luego de la tormenta que se desató el martes en la ciudad, hubo carpas destruidas y menos personas en el lugar. Ante la posibilidad de que no haya terrenos para todos, algunos miran de reojo la negociación de Santa Catalina .
Luego de la tormenta que se precipitó durante la tarde del martes en la ciudad, muchas carpas del asentamiento del barrio Pirayuí fueron destruidas por lo que varias familias se retiraron del lugar, visitando esporádicamente los terrenos delimitados, ante la imposibilidad de ingresar materiales para reconstruir las casillas y ranchos. Por otro lado, ante la falta de respuestas prontas a la situación del predio ocupado y la posibilidad de que no todos ingresen en el eventual loteo de los terrenos ocupados, algunas familias comenzaron a ver de reojo el acuerdo entre Municipio y Provincia por los terrenos de Santa Catalina, por lo que se retiraron del lugar.

El clima también fue uno de los factores determinantes para el retiro de algunas familias, por lo que buscarán soluciones antes de fin de año, según señalaron los delegados del asentamiento.

"Durante el último censo que realizó la Justicia algunas familias de mi zona decidieron irse del asentamiento porque se dijo que sólo quedarían unos 960 lotes disponibles, por lo que vamos a co-menzar a ver si se los puede reubicar en los terrenos de Santa Catalina que comenzaron a ser gestionados", señaló en diálogo con El Litoral la delegada independiente de uno de los sectores del asentamiento, Eli Escato.

Otros de los factores que impulsó el retiro de algunas familias fueron las inclemencias climáticas. "Con la lluvia mucha gente perdió sus carpas y sus cosas y, por la medida de no innovar, no pueden ingresar materiales o elementos para reconstruir sus casillas", señaló Carolina Rabez, una de las delegadas del asentamiento. "La mitad de la gente del asentamiento se va a otros lugares durante la tormenta y regresa al otro día a ver si puede recuperar sus cosas. Pero generalmente van y vienen", añadió la representante.

"El calor se hizo sentir los días anteriores a la tormenta, ya que no hay agua ni sombra, lo que hace que mu-cha gente se vaya hasta que cae el sol", añadió Rabez.

El Litoral recorrió ayer por la tarde los predios que se encuentran ocupados desde hace 2 meses y medio, y luego de la tormenta se pudieron ver carpas destruidas o ausentes por el viento. Asimismo, hubo muy poco movimiento de las familias asentadas y mayoría de casillas y carpas cerradas y desahitadas al momento de la visita.

Según los delegados consultados, muchas familias se fueron luego de la tormenta, pero vuelven cada tanto a observar sus terrenos.

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