Oficina Anticorrupción: una forma democrática de control que vuelve a tomar impulso

Oficina Anticorrupción: una forma democrática de control que vuelve a tomar impulso

Es un proyecto del concejal Enrique Guillén. El último informe del Tribunal de Cuentas que publicó La Vanguardia abrió el debate sobre el rol de los funcionarios públicos.

La necesidad de establecer un mecanismo concreto de aplicación y control del correcto comportamiento de los funcionarios públicos para la promoción de los valores éticos y legales del ejercicio de la función pública en el ámbito municipal es, claramente, una deuda pendiente de la clase dirigente y sobre todo de aquellos que tienen decisión política. Según el concejal del Frente Renovador, Enrique Guillén, “es necesario concretar el firme compromiso del Estado Municipal y establecer medidas y acciones específicas en los términos de garantizar el correcto desempeño de los funcionarios públicos y agentes de la dependencia municipal en la administración pública.  El principio republicano de publicidad de los actos de gobierno obliga a los funcionarios a manifestarse y actuar con veracidad y transparencia en la gestión de los asuntos públicos, que en defensa del interés general preserven su independencia de criterio y eviten verse involucrados en situaciones que pudieran comprometer su imparcialidad y no utilizar las prerrogativas del cargo para la obtención de beneficios personales.  Para esto, debemos contar con una política pública concreta desde el Estado Municipal que vele, promueva y garantice el cumplimiento de los valores y pautas para el buen funcionamiento institucional y desempeño de los funcionarios en lo general y en lo particular de las acciones que conllevan la responsabilidad de la función”, aseguró el legislador.

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