Mario Giacobbe, diputado por la Tercera sección electoral con mandato hasta 2021 presentó la carta por la cual pedía la formalización de un bloque propio el 18 de septiembre. Anoche, luego de una charla con Maximiliano Abad, presidente de la bancada de Cambiemos en la Cámara baja, la ruptura quedó oficializada. Es el primer quiebre en la Legislatura después de las PASO.

Desde ahora, Giacobbe representa unipersonalmente al bloque 17 de Noviembre, nombre que refleja su pedigrí peronista, y deja a la bancada de Cambiemos con 43 representantes. De todos modos, no debería extrañar que el oficialismo pierda en los próximos días algún otro representante. “Esos movimientos se podrían dar incluso antes de las elecciones”, contó a La Tecla una fuente legislativa.

Varios esperaban que alguno diera el primer paso, y ahora Giacobbe los aguarda con los brazos abiertos. Aunque también se podrían formalizar otros nuevos bloques. Es que en el bloque de diputados de Cambiemos todavía permanecen varios que están totalmente distanciados del gobierno provincial.

Un caso es el de Fernando Pérez, quien pese a permanecer en la bancada amarilla es candidato a intendente de Quilmes por Consenso Federal. También están los legisladores que responden a Emilio Monzó, cuyo portazo aparece como inminente. 

“Acá hay muchos diputados que, aunque se les termine el mandato o no, deben decidir si son protagonistas de la transición o dejar que su banca se la siga administrando (Federico) Salvai, que los dejó afuera de las listas de manera humillante, por lo tanto es probable que sigan existiendo en los próximos días estos movimientos”, aseveró a este medio un dirigente con intenciones de fortalecer un bloque de exCambiemos desde ahora.

En el interior de la bancada hay ruido por todos lados, y a algunos radicales no les cayó nada bien que María Eugenia Vidal fuera a la reunión del Comité Provincia para respaldar a Daniel Salvador, sobre quien llueven cada vez más críticas por su rol de negociador con el Pro. Creen que la Gobernadora busca consolidar a Salvador como presidente del partido, y de esa forma que el radicalismo permanezca dentro de Cambiemos.

Es de esperar que el radicalismo no tome una decisión ya, pero sí empieza a resquebrajarse la estructura del actual oficialismo con rupturas individuales que dañarán fuertemente al espacio, sobre todo si se consuma la derrota como anticiparon las Primarias.