El oficialismo modifica la agenda en el Senado para no exponer a Boudou

Postergó una sesión prevista para esta semana, en momentos en que la oposición reclama que el vicepresidente se tome licencia; buscarían evitar nuevos cuestionamientos públicos

El agravamiento de la situación judicial de Amado Boudou ya empezó a hacer sentir sus efectos en el Senado. Tras la decisión del juez federal Ariel Lijo de citar al vicepresidente a prestar declaración indagatoria en la causa Ciccone, el kirchnerismo decidió levantar la sesión prevista para esta semana con el objetivo de ganar tiempo y discutir con la oposición nuevas reglas de convivencia.

Es que la situación política en la Cámara alta viró a un estado de tensa expectativa luego de que desde amplios sectores de la oposición, en particular los bloques que integran el Frente Amplio UNEN, se le reclamó al vicepresidente que se tome una licencia del cargo hasta tanto logre aclarar su situación procesal.

"Desde el primer minuto que estalló el escándalo Ciccone, el deterioro de la situación de Boudou ha ido en aumento", afirmó el presidente de la UCR, Ernesto Sanz. "Esto se torna cada vez más difícil", respondió el senador por Mendoza y precandidato presidencial ante la consulta de LA NACION sobre la decisión del vicepresidente de mantenerse en el cargo a pesar de las complicaciones que surgieron en el expediente judicial que lo tiene como protagonista.

Desde el FAP, Luis Juez (Córdoba) también se manifestó a favor de que Boudou abandone la conducción del Senado hasta que solucione su situación procesal. "Hace dos años dijimos que acá hubo un delito y que el vicepresidente debe ir y defenderse ante la Justicia sin ningún tipo de privilegios", afirmó.

"Creo que Boudou debió haber tomado licencia el mismo día que dio aquella conferencia de prensa y se cargó (sic) a Righi", agregó el legislador cordobés.

El clima de tensión con Boudou también se extiende al peronismo disidente, en donde creen que el vicepresidente no puede estar ocupado con la causa judicial y al mismo tiempo ejercer la presidencia de la Cámara alta.

ALERTA

Fue desde este sector donde primero se alertó que el kirchnerismo podría cambiar la agenda del Senado para proteger a Boudou. "Si no hay algo urgente, van a tratar de levantar la sesión", alertó un colaborador de la bancada del peronismo federal.

Ese temor fue confirmado por un importante funcionario de la Cámara, quien confesó a este diario que el oficialismo dejará pasar esta semana sin convocar a sesión para evitar que Boudou pueda verse sometido a la difícil situación de enfrentar en pleno recinto a senadores de la oposición pidiéndole que dé un paso al costado.

En un escenario de esas características, el vicepresidente se vería en el peor de los mundos. Boudou preside el Senado, pero como no es senador no tiene la posibilidad de pedir la palabra y defenderse de las imputaciones o reclamos que le puedan formular sus detractores en pleno debate.

"Sabemos que el clima no es el adecuado para exponerlo a Amado a una situación de ese calibre, así que lo mejor va a ser dejar Çpasar, al menos, una semana más sin llamar a sesión", explicó el funcionario consultado por este diario.

La última sesión del Senado fue el 28 de mayo, cuando el oficialismo apuró la sanción de la ley de la reducción de impuestos al biodiésel y aprobó la polémica estatización de la universidad de las Madres de Plaza de Mayo, entre otros temas.

La semana anterior también se había reunido: le dio acuerdo a la lista de conjueces para la Corte Suprema de Justicia y a la designación de Juan Manuel Abal Medina embajador ante el Mercosur.

Estas dos semanas de inactividad fueron aprovechadas por muchos senadores para realizar diversos viajes oficiales (hubo misiones a la OIT, en Ginebra; al Parlasur, en Montevideo, y a Washington, por los fondos buitre), razón por la cual casi no hubo contactos entre bancadas para hablar de la situación de Boudou.

Pero ahora, con todos los senadores en Buenos Aires, se anticipa una semana de decisiones.

El radicalismo se reunirá mañana para definir cómo formaliza su pedido para que Boudou tome finalmente la licencia que le reclaman. La misma política seguirán los senadores del FAP y del peronismo disidente.

Desde el oficialismo, en tanto, podrían promover contactos con la oposición para alcanzar un acuerdo que permita mantener el normal funcionamiento del cuerpo a pesar de las complicaciones judiciales de Boudou..

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