Ofensiva de la oposición para poner un límite al uso de los superpoderes

Ofensiva de la oposición para poner un límite al uso de los superpoderes

El massismo, el GEN y el kirchnerismo coinciden en reducir las facultades del Ejecutivo; quieren cambiar la ley en el debate por el presupuesto

 

 El debate por la ley de presupuesto 2017, que empezará el mes próximo, excederá la discusión sobre las proyecciones macroeconómicas y fiscales de la gestión de Mauricio Macri. La oposición buscará avanzar en un asunto espinoso que incomoda al Gobierno: la ley de superpoderes y la facultad de la que goza el Poder Ejecutivo para reasignar las partidas presupuestarias a su arbitrio. Los opositores quieren acotar estas atribuciones para que el Congreso recupere su poder de decisión.

No es la primera vez que la oposición plantea esta ofensiva. Durante el debate de la ley de pago a los holdouts, en marzo pasado, varios diputados -encabezados por Margarita Stolbizer (GEN)- reclamaron la modificación de la ley de superpoderes, sancionada en 2006, cuando el kirchnerismo estaba en su apogeo. Pretendían que el Congreso recuperara el control sobre la emisión de deuda que iba a encarar el Poder Ejecutivo. El oficialismo logró demorar el debate y prometió analizarlo cuando se discutiera la ley de presupuesto 2017, en septiembre. La oposición, mayoría en ambas cámaras, reclamará ahora que el oficialismo cumpla su compromiso. En el GEN, el massismo y el kirchnerismo hay acuerdo para limitar los poderes del jefe de Gabinete en la reasignación de partidas presupuestarias.

El Gobierno no tiene excusas para eludir el debate: tanto Pro como la UCR fueron detractores de la ley de superpoderes durante la gestión kirchnerista. El entonces diputado de la Coalición Cívica y actual ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, objetó el uso y el abuso que hacía el anterior gobierno de la reasignación de partidas sin control.

Los referentes de Cambiemos cuestionaron en más de una oportunidad hasta el año pasado que eran oposición el uso y abuso que hacía el kirchnerismo de la reasignación de las partidas sin control, lo que volvía inútil el debate presupuestario cada año. "Ficción", "dibujo", eran los motes más frecuentes que agitaba la oposición para descalificar a los presupuestos kirchneristas, a sabiendas que serían manoseados, vía decretos de necesidad y urgencia (DNU) y decisiones administrativas, por el Poder Ejecutivo y los polémicos superpoderes.

Según el economista y diputado (MC) Claudio Lozano (CTA), esta norma permitió que, entre 2003 y 2015, el gobierno kirchnerista aumentara las partidas presupuestarias en casi $ 2 billones, sin debate ni control parlamentario. "Sólo en 2015 se gastaron $ 260.000 millones adicionales en los que el Congreso no tuvo ninguna incidencia", advirtió Lozano.

El gobierno de Mauricio Macri se muestra, por ahora, más discreto. Durante el primer semestre de su gestión, se reasignaron partidas por un total de $ 82.556 millones, lo que representa el 5,3% del total presupuestado, según informó la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).

"Nosotros no queremos que la ley de presupuesto sea un dibujo y entendemos los argumentos de la oposición, pero debemos buscar una fórmula que no le ate las manos al Poder Ejecutivo a la hora de asignar los recursos", sostuvo el diputado Luciano Laspina (Cambiemos), presidente de la Comisión de Presupuesto.

En la Ciudad, por caso, el gobierno porteño cuenta con una norma que fija un porcentaje del presupuesto para la reasignación de partidas. Otra alternativa es la que presentó la diputada Stolbizer, quien propone que el Poder Ejecutivo establezca los alcances y mecanismos para efectuar las modificaciones a la ley de presupuesto, pero deja reservadas al Congreso "las decisiones que afecten los montos totales del gasto y del endeudamiento previsto, así como los cambios que impliquen incrementar los gastos corrientes en detrimento de los gastos de capital o de las aplicaciones financieras, y los que impliquen un cambio en la distribución de las finalidades o un incremento de las partidas referidas a los gastos reservados y de inteligencia.

"Nosotros vamos a apoyar la iniciativa de Margarita", anticipó a la nacion el diputado Sergio Massa, líder del Frente Renovador y aliado político de Stolbizer.

En vistas a las objeciones que pusieron los opositores a los superpoderes durante el debate por el pago a los holdouts en marzo pasado, ahora en GEN, el Frente Renovador y el PJ dialoguista de Diego Bossio avanzarán en un acuerdo para recortar los superpoderes del jefe de Gabinete. Se descuenta que el kirchnerismo se sumará a esa movida automáticamente. En todos estos bloques se estudian alternativas posibles para acotar los superpoderes o, en algunos casos, directamente evalúan anular esas facultades especiales del Gobierno. Habrá que ver cómo se termina de definir el proyecto que impulsa la oposición para recortar poder al jefe de Gabinete.

Oficina de Presupuesto

Por otra parte, los diputados Laspina y Marco Lavagna (Frente Renovador) realizan en estos días una gira por Alemania, Holanda e Italia para interiorizarse sobre los mecanismos que se instrumentan en estos países para el debate, armado y control presupuestarios. La intención de los legisladores es avanzar este año en la creación por medio de una ley de una Oficina Nacional de Presupuesto en el ámbito del Congreso.

"Este viaje junto con Marco Lavagna es una señal de que ambos compartimos una visión en común que es avanzar en la mejora de la calidad institucional y de las prácticas presupuestarias en la Argentina", exaltó Laspina. "Buscamos herramientas que fortalezcan las instituciones y que le devuelvan al Congreso la verdadera discusión en esta materia", coincidió Lavagna desde el Frente Renovador.

Mensajes de Massa a los gremios

El jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, expresó ayer que "el camino es el reclamo y la propuesta, no la violencia y la protesta". Así lo afirmó al participar en el Luna Park de los festejos que organizó el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio por el Día del Niño. Durante la jornada, Massa estuvo acompañado por Carlos Acuña, flamante secretario general de la CGT. En ese contexto, Massa afirmó: "Viene un nuevo tiempo. El camino es el reclamo y la propuesta, y no la violencia y la protesta, como plantean algunos sectores". Por su parte, Acuña sostuvo: "Tengo la responsabilidad de trabajar para todos los gremios del país y allí vamos a poner todo el esfuerzo".

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