La Odisea de los giles

La Odisea de los giles

La actualidad de municipal parece de ficción o guionada. Nada más que acá no existen los Darín, Brandoni o cualquiera de los actores del reciente éxito la Odisea de los Giles, sino que hay trabajadores de carne y hueso que esperan cobrar su sueldo a fin de mes, aunque sea una vez cada 30 días. No se ilusionan con las palabras del intendente que vaticinaba dos pagos de salarios en un mismo mes.

 

Recientemente se conoció, como publicó Necochea Digital, que ingresaron 31 nuevos agentes municipales durante agosto, un verdadero despropósito sabiendo la cantidad de empleados que hay y lo complicado que esta para abonar el sueldo de los trabajadores. Es más, en algunos ambientes municipales se afirma que durante a la gestión Facundo López habrían ingresado 1000 personas a la Municipalidad a desempeñar tareas. A lo que se suma las críticas del sindicato que se pagaban sueldos a funcionarios y empleados y no se sabe dónde están ni que tarea desempeñan.

Todo esto atenta con el normal cobró de sueldos de trabajadores municipales y de los funcionarios y concejales que recién terminaron de cobrar el pasado el viernes.

Además, los empleados cobran en dos y tres veces el sueldo, una verdadera locura. Por ejemplo, hubo empleados que cobraron una parte del sueldo antes del 12 de agosto y una parte después. Con lo cual el poder adquisitivo no fue el mismo tras la devaluación.

Cuando se escucha las quejas de funcionarios municipales o del propio Intendente que no llega la coparticipación en tiempo y forma o que la Provincia no envía fondos y estas son puestas como escusas ante la imposibilidad de terminar obras o comprar insumos. Esta más que claro que la verdadera razón de eso como el atraso del pago de sueldos es el ingreso indiscriminado de personas que sigue llevando adelante la actual administración municipal.

Por lo cual antes de mirar hacia la provincia, es necesario que posemos los ojos aquí, en el propio terruño, ahí seguramente encontremos las razones de esta compleja realidad, en donde cobrar en tiempo y forma para los trabajadores municipales se ha transformado en una verdadera odisea.

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