Vencidos en diciembre pasado los plazos originalmente establecidos para el completamiento del “mega-plan” hidráulico regional, tampoco se alcanzarían las metas fijadas para 2017. Así lo estiman las asambleas de inundados locales, que si bien admiten que existe una reactivación en los trabajos, advierten que “muchas obras están paralizadas y otras aún no se licitaron”.

En el informe elaborado por las asambleas vecinales que siguen de cerca la marcha de los proyectos iniciados en 2014, se identifican y desglosan varios inconvenientes centrales.

Entre ellos, se menciona que “a tres años del inicio de las obras, su ejecución en el arroyo El Gato es algo menor al 50 por ciento, y el avance promedio para todas las cuencas alcanza el 60%, por lo que es muy difícil que se cumpla la promesa oficial de terminar esta etapa en 2017”.

El documento consigna que se verificó un “salto” del 10 por ciento en el progreso general, desde el informe anterior -en septiembre pasado-, pero aclara que en su mayor parte está vinculado con la obtención de precisiones acerca del monto de las licitaciones y los certificados ya presentados por los contratistas.

En el mismo plano, se caracteriza al ritmo de las obras entre septiembre y enero pasado como “aún menor” que en lapsos anteriores: “algo más del uno por ciento por mes, contra alrededor del dos por ciento entre junio y septiembre”.

Principal desagüe pluvial de la Ciudad, el arroyo El Gato -ahora convertido en un conducto artificial encamisado en hormigón en la mayor parte de su recorrido urbano- está en el centro de las preocupaciones de los inundados.

“La finalización de las viviendas en las que se relocalizará a las familias que viven a la vera del Gato es un paso imprescindible para continuar con las obras de canalización en su cuenca baja del arroyo, que hoy es un verdadero embudo” advierten: “sin embargo, sólo se entregaron treinta casas definitivas”.

Desde Hidráulica de la Provincia aseguran que “de no mediar inconvenientes climáticos, la etapa actual del plan de obras, que incluye al arroyo El Gato y los aliviadores de las avenidas 143 y 31, se terminará en tiempo y forma, durante lo que queda del año”.

“Ninguna obra avanza al uno por ciento, por razones logísticas, de rentabilidad para las contratistas y de desarrollo” explica Rodrigo Silvosa, subsecretario de Infraestructura Hidráulica bonaerense: “siguen una especie de curva, con inicio lento, que se va acelerando”.

Silvosa precisó que “existen obras que por detalles administrativos se encuadran como ‘neutralizadas’, y que si se las promedia con el resto hacen descender la tasa de avance general, pero están terminadas en lo físico y operativas”.

El funcionario, que se mostró abierto a “recibir a los vecinos cuando sea necesario y hablar acerca de sus inquietudes”, señaló que “el esquema de viviendas provisorias y definitivas es la manera de atender la dimensión social del problema que plantean los asentamientos ribereños, y nos permitió destrabar una situación que parecía insoluble; hoy la relocalización no es una traba para el avance de las obras”.

Entre los cuestionamientos que expresaron los asambleístas, se citó que “si bien se avanzó en licitaciones faltantes, siguen faltando puentes, y la Provincia no difunde información acerca de cronogramas, niveles de protección ante eventuales tormentas y futuras etapas; no existe una campaña de alerta y contingencia, y la comisión bicameral de seguimiento dejó de elaborar informes”.

En cuanto a los plazos, detallaron que “en el convenio marco firmado oportunamente con el gobierno nacional se estableció un tiempo de ejecución que finalizó el 31 de diciembre de 2016”.

21 Son las obras hidráulicas en ejecución, de acuerdo con las asambleas de damnificados por las inundaciones; 17 están finalizadas, y 24 no muestran avances