Autor: Horacio Papaleo

En octubre el Concejo Deliberante había aprobado un proyecto de comunicación presentado por el concejal del PJ-Frente para la Victoria, Facundo Romero, en el que se pedía al Departamento Ejecutivo que informe los motivos que ameritan la contratación de un servicio de consultoría para el control de la obra que se realiza en la avenida Fernández Beschtedt. El edil solicitaba al gobierno “que informe cuáles fueron los motivos y criterios de selección de los profesionales y/o empresa que está a cargo de dicha consultoría. Y si el Municipio no cuenta con personal técnico para realizar las tareas mencionadas”. Según informaron a este medio fuentes vinculadas al gobierno local, el monto abonado a la consultora sería del orden de los 500.000 pesos.

Ahora, Romero volvió a reflotar el tema al cuestionar la forma de contratación de la empresa Genebauto Construcciones SRL. Según consta en el expediente, el intendente municipal Oscar Luciani y el secretario de Obras Públicas, Marcelo Gutiérrez, incorporaron una nota donde afirman que “se hizo un llamado a tres firmas especialistas en este tipo de obras, pero dos de ellas declinaron cotizar los trabajos”. Sin embargo, según denuncia el concejal, no hay constancias de sus “dichos, por cuanto no obran en el mismo invitación a cotizar, ni la supuesta declinación a la cual hacen referencia los suscribientes de la citada nota”.

“Esto no se apega a las normas del RAFAM, en el marco del procedimiento general para la contratación directa, por lo que “se puede inferir que no se han cumplido los pasos para proceder de manera eficiente y transparente a la contratación de dicha consultora o al menos un desconocimiento y/o ‘desprolijidad’ en su proceder”, cuestionó Romero.

Tras detallar el procedimiento y las herramientas “que nos permitan transparentar el accionar de quienes deban desarrollar estas tareas”, el edil del PJ-FpV pidió que se deje sin efecto el decreto “mediante el cual se aprueba la contratación bajo la modalidad de Locación de Obra celebrado entre la Municipalidad de Luján y la empresa Genebauti Construcciones SRL”. Además, se le pide al gobierno que “se abstenga de dar continuidad al contrato de la empresa señalada en el Artículo 1º por las irregularidades expresadas en los considerandos de la presente comunicación”. 

FUE “NECESIDAD Y URGENCIA”

Gutiérrez leyó la noticia en EL CIVISMO Digital y pidió dar su versión de los hechos. “Quiero explicar por qué se llegó a la contratación de estos profesionales y no se usó ‘gente nuestra’. Primero, debo aclarar que la contratación es absolutamente legal. Cumple con la Ley Orgánica de las Municipalidades y pueden chequearlo en el Artículo 148º. Aunque llevé el expediente para que Legal y Técnica sume su aval”, planteó.

El funcionario dijo que “estamos en una situación bastante atípica para lo que tendría que ser una oficina técnica de un Municipio. Mi Secretaría tiene a su cargo ocho direcciones y la jefatura de Cementerios. Entre las direcciones está la de Obras y hace 4 meses que su director está con un problema de salud y lo afronto yo”.

“Esa área se dedica a generar los proyectos para el Municipio y la inspección de obras –agregó-. Hoy en la Dirección tengo dos arquitectos, que trabajan en plaza, proyectos y ampliaciones de edificios; tengo un maestro mayor de obra para inspecciones viales; un técnico mecánico para inspección de redes de gas o electricidad y ayuda en el control de bacheos. Y un arquitecto para inspecciones en escuelas o el Hospital. Para inspecciones tengo tres personas. Obviamente para una obra de la magnitud y complejidad técnica de Beschtedt no tengo el personal necesario”.

Gutiérrez subrayó que “el concejal que pregunta no solo desconoce el personal que tiene la Municipalidad sino que evidencia una ignorancia técnica y una minimización de los problemas que puede acarrear una obra tan importante como Beschtedt”.

“Con estos tres inspectores puede darle entre dos y tres obras a cada uno. Necesito darle profesionalidad al tema y no voy a hacer cualquier cosa”, afirmó.

Gutiérrez adelantó que “en los primeros días de enero estoy iniciando ocho obras del Fondo de Infraestructura. Todas viales. Si sumo el convenio para la Casa de Abrigo, una obra de 4 millones de pesos. Más 38 millones de pesos en cinco contratos grandes de obra en el barrio Ameghino. Y agrego que las viviendas del Santa Marta tendremos que supervisarla nosotros. Pregunto: ¿tengo gente para hacer tantas obras? Sumo la preaprobación de un plan de pavimentación en barrios por 19 millones más”.

“Hay un abanico de posibilidad para hacer obras y no tengo gente. Yo me especializo en programar y eso quiere decir que deberé seguir tomando profesionales. Las obras las quiero hacer bien. A todos los debo inspeccionar”, dijo. 

- ¿Cómo seleccionó a los profesionales contratados?

- “Al ver la falta de personal técnico y de calle en la Secretaría, propuse lo que haría falta de lo básico para las obras que se venían. El Ejecutivo me responde que cualquier ampliación de planta estaba atada al presupuesto. No se aprobó. Los tiempos corrieron y en octubre decidimos las contrataciones. Las obras arrancaron en noviembre. Tuve que hacer un llamado de necesidad y urgencia. Llamé a muchos que conozco, porque la Municipalidad no tiene un registro de estos proveedores. Quienes me dijeron que sí enviaron presupuesto y se analizó su valor de acuerdo al mercado, que lo conozco. No me pareció disparatado para la envergadura de la obra. Y cada profesional cuenta con los requisitos específicos necesarios. El valor es de 52 mil pesos más iva por mes. Lo considero muy razonable. Y habrá que seguir contratando porque las obras vienen y hay que hacerlas”.