Obligado por ley, el cronograma electoral porteño comenzará el próximo verano

Obligado por ley, el cronograma electoral porteño comenzará el próximo verano
En diciembre, Macri tendría que fijar la fecha de las PASO locales, que deberían celebrarse en marzo de 2015. En ese escenario, la elección de su sucesor se concretaría en junio o julio por la norma que obliga a separarla de las presidenciales.

En la Ciudad de Buenos Aires el escenario electoral de 2015 comenzará antes de que finalice este 2014, gracias al nuevo cronograma que establece la legislación porteña donde los votantes capitalinos volverían a quedar al borde de tener que visitar seis veces el cuarto oscuro. La razón principal tiene que ver con dos normas clave: la Ley 875, sancionada hace 13 años por la Legislatura, donde el titular del Ejecutivo porteño tiene el deber de "convocar a elecciones de jefe de gobierno, vicejefe y diputados de la Ciudad en fechas distintas a la fijada por el Poder Ejecutivo Nacional para elegir presidente de la Nación y vice"; y la Ley 4894 que fijó en diciembre pasado el esquema para las primarias de la Ciudad. Con esos imperativos legales por delante, Mauricio Macri se prepara para firmar el último decreto de convocatoria electoral de su segundo mandato este año, con un calendario que indica que las próximas elecciones para jefe de gobierno se realizarían en junio o julio de 2015, mientras que las votaciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) para definir a los candidatos de esa contienda se concretarían en febrero o marzo y serían convocadas entre diciembre y enero próximos.

Con esas fechas por delante, fuentes del gobierno porteño confirmaron a este diario que los dos principales adversarios dentro del PRO, como el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta y la senadora Gabriela Michetti ya comenzaron a "porotear" tiempos y candidatos para afrontar un horizonte político donde Macri ya tiene en carpeta una agenda concreta para conducir el fin de su segundo mandato. Ese "combo" implica la resolución urgente del frente interno durante este año, con el objetivo de definir al candidato del PRO que busque sucederlo antes de diciembre. Si ese esquema funciona, y la interna feroz del macrismo lo permite, el alcalde tratará de concluir toda la disputa porteña antes de las vacaciones de invierno del año que viene. El objetivo consiste en llegar liberado de su distrito a la hora de lanzarse a la carrera presidencial prevista para octubre de 2015. Es decir, sin que la coyuntura electoral porteña se transforme en un lastre, sino que se configure como un capital electoral que le permita al alcalde saliente sumar la performance porteña a favor de la cosecha que el PRO pretende acumular en las presidenciales, una arena electoral donde, hasta ahora, no arroja grandes proyecciones nacionales fuera de la Ciudad. En las primarias nacionales de agosto de ese año, Macri podría participar junto al radicalismo para contrarrestar la contienda del justicialismo.

En diálogo con este diario, desde el PRO recordaron que también está la elección de comuneros para las 15 juntas capitalinas, pero ese comicio será unificado con las fechas previstas para legisladores y jefe de gobierno. El nuevo dato legal proviene del 9 de diciembre del año pasado, cuando una votación contrarreloj fijó que los plazos para las primarias porteñas no dependen del cronograma nacional, sino de la Ley capitalina 4894, que sólo tiene cuatro meses de vigencia y establece un "régimen normativo" para las PASO en la ciudad. Ese texto fija nuevos márgenes de tiempo y define que las primarias "se celebran con una antelación no menor a los 65 días corridos ni mayor a los 120 de las elecciones generales". La imposición implica que si las elecciones para jefe de gobierno se realizan en junio o julio de 2015, las primarias locales deberían concretarse en marzo o abril del año que viene y tendrían que ser convocadas, según el artículo 7º de la Ley 4894, "al menos 90 días corridos antes de su realización", es decir, en diciembre de este año o en enero de 2015.

Dentro de ese rompecabezas de calendarios, las únicas fechas concretas en la línea de tiempo del año que viene son, hasta ahora, los comicios nacionales y sus primarias, con elecciones presidenciales en octubre de 2015 y PASO federales en agosto. En el caso porteño, siempre y cuando el macrismo decida mantener la vigencia de la Ley 875 (promulgada en 2002), el desdoblamiento de los comicios porteños abriría un escenario de seis elecciones, con una primera visita a las urnas por las primarias porteñas para legisladores y jefe de gobierno, una segunda para la primera vuelta de las elecciones ejecutivas, una tercera en caso de existir segunda vuelta, un cuarto ingreso al cuarto oscuro en las PASO nacionales de agosto, una quinta votación en octubre de 2015 y una sexta en noviembre, siempre y cuando los resultados abrieran la puerta para concretar un ballottage nacional.

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