Por Paula Lugones

En un nuevo paso en el proceso de normalización de relaciones inaugurado en diciembre de 2014, Estados Unidos y Cuba anunciaron el martes que se reanudarían, tras más de 50 años, los vuelos comerciales desde territorio estadounidense a la isla, un hito clave en la distensión. Justen Thomas, portavoz del Departamento de Estado, dijo en una charla con Clarín que una de las prioridades del Gobierno de Barack Obama es que los cubanos “tengan más dinero en el bolsillo”. 

–¿Qué significa la reanudación de vuelos para Estados Unidos? ¿Es el paso más significativo que se ha dado hasta ahora?

–El objetivo del presidente Obama desde el inicio del proceso de normalización de la relación diplomática con Cuba fue el de aproximar a los dos pueblos y buscamos las maneras de hacer eso. Al mismo tiempo, queremos que más recursos económicos y culturales e informativos lleguen a Cuba. Una de las mejores maneras de hacer esto es a través del contacto directo con el pueblo estadounidense y los vuelos directos entre los dos países. Por eso es tan importante para nosotros y también es el interés del Gobierno cubano tener este tipo de contacto y la facilidad del transporte. Es un paso importante. Yo no diría que una cosa es más importante que otra, porque hay muchos temas que trabajamos con Cuba como en comunicaciones, medio ambiente y también derechos humanos, que son clave para nosotros. 

–¿Qué pasa con los vuelos de Cuba a Estados Unidos? ¿Por qué no hay reciprocidad en eso?

–Las compañías aéreas estadounidenses van a hacer vuelos de ida y vuelta, en los cuales podría embarcar cualquier ciudadano cubano si tiene permiso para viajar. Pero por ahora no vemos la posibilidad de que haya compañías aéreas cubanas viajando a EE.UU. Hay otros requisitos que éstas tendrían que cumplir, entre ellos obtener una licencia de una agencia que rige todo ese tipo de intercambios y también otros requisitos de seguridad.

–¿Cómo cree que beneficiará a Cuba y a la economía cubana este acuerdo?

–La prioridad del gobierno estadounidense es que lleguen más recursos a los cubanos, que tengan más dinero en sus bolsillos. Hay un creciente sector en Cuba que son los cuentapropistas, que tienen sus pequeñas empresas, y sabemos que a partir de los viajes de los estadounidenses ese sector va a crecer. 

–El Gobierno cubano celebra estos gestos pero dice que no alcanzan si el Congreso de EE.UU. no levanta el embargo. ¿Cree que puede suceder antes de que termine el gobierno de Obama con un Congreso opositor?

–El presidente Obama ha llamado al Congreso a un debate y hasta ahora no se ha producido. Pero por el momento, lo que podemos hacer desde la presidencia de Obama es agilizar el flujo de recursos, de personas y de información y eso es lo que estamos haciendo. Es un embargo que ha sido contraproducente y no ha servido a los intereses del pueblo estadounidense, por eso queremos que se levante.