Obama mueve sus últimas fichas para hacer irreversible el deshielo con Cuba

Obama mueve sus últimas fichas para hacer irreversible el deshielo con Cuba

Extendió el comercio, la ayuda y la cooperación en una serie de normas destinadas a acelerar la apertura.

WASHINGTON.- Cuando faltan tres meses para que abandone la Casa Blanca, Barack Obama firmó ayer una directiva presidencial para dejar anclado el acercamiento con Cuba y hacer irreversible el deshielo con La Habana que trazó con Raúl Castro en diciembre de 2014.

El texto de 12 páginas incorpora nuevas normas de flexibilización y se suma al abanico de decretos emitidos en los últimos dos años para abrir progresivamente las relaciones con Cuba, cerradas a cal y canto durante cinco décadas de desconfianza y enemistad.

El decreto llegó acompañado de nuevas medidas de los departamentos del Tesoro y de Comercio para facilitar la colaboración científica, la ayuda humanitaria y reforzar el comercio bilateral.

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Los cambios permiten que compañías norteamericanas trabajen en la infraestructura en la isla con propósitos humanitarios, facilitan la exportación de algunos bienes estadounidenses y permiten a compañías norteamericanas brindar servicios de seguridad para la aviación comercial cubana.

En lo que probablemente sea la medida más popular del paquete, libera la cantidad de cigarros y ron cubanos que los viajeros norteamericanos pueden llevar a su país para uso personal.

"Bajo la nueva política, Estados Unidos amplía y promueve el trabajo autorizado con Cuba para hacer avanzar la cooperación en áreas de interés mutuo y aumentar los viajes, el comercio y la circulación libre de información hacia Cuba", señaló Obama en un comunicado donde anunció el decreto.

Las leyes norteamericanas prohíben el turismo general a Cuba, pero el gobierno ha usado en otras ocasiones paquetes regulatorios para facilitar a sus ciudadanos la visita a la isla bajo 12 categorías oficialmente autorizadas. Washington podrá también autorizar licencias para la importación de productos farmacéuticos de origen cubano, así como dar luz verde a iniciativas conjuntas en materia de investigaciones médicas.

Para Augusto Maxwell, experto en normativa estadounidense hacia Cuba, se trata en general de "medidas técnicas, pero yo destaco la apertura a la prestación de servicios para proyectos en infraestructura en Cuba y la cuestión de los medicamentos".

Manual

Un alto funcionario de la Casa Blanca señaló que el decreto es un "manual" en el que se fijan y se institucionalizan los cambios de política hacia la isla comunista, y añadió que la meta es hacer imposible que cualquier presidente quiera "atrasar el reloj".

Todo con la mirada puesta en las elecciones del próximo 8 de noviembre y evitar así que un eventual triunfo de Donald Trump , que si bien de momento está rezagado en las encuestas, revierta de un volantazo dos años de laborioso acercamiento después de décadas de hostilidad e indiferencia.

También se busca que las relaciones bilaterales queden a salvo de las intenciones nada amistosas del Congreso, donde los republicanos son mayoría en ambas cámaras y se han mostrado, desde el día uno del deshielo, masiva y rabiosamente en contra de la flamante relación con La Habana, al revés de las múltiples reacciones favorables que despertó en el resto del mundo, como punto final a un lastre que se arrastraba desde un momento geopolítico lejano.

Los republicanos critican a Obama por lo que ven como demasiadas concesiones a Cuba, a la que no se le exige como contrapartida cambios en temas sensibles como abrirse a un sistema democrático y respetar los derechos humanos.

"El anuncio reafirma el hecho de que la política del presiente Obama hacia Cuba antepone los intereses del régimen de Castro y el beneficio a la seguridad nacional de Estados Unidos, y deja en último lugar los derechos humanos y la dignidad del pueblo cubano", dijo el senador Marco Rubio.

Obama admitió que existen diferencias con el gobierno de Castro, pero se mostró convencido de estar en el camino correcto.

"Persisten desafíos -y persisten diferencias muy reales entre nuestros gobiernos en asuntos como democracia y derechos humanos-, pero creo que el compromiso es la mejor manera de abordar esas diferencias y avanzar en favor de nuestros intereses y valores", subraya el comunicado.

El progreso logrado desde el comienzo de la normalización bilateral, "reforzado" por las nuevas medidas, "debería recordar al mundo lo que es posible cuando miramos juntos el futuro", agregó Obama.

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