Los teléfonos no suenan como antes y la monotonía sólo se rompe con el ruido de las puertas que se abren y se cierran. Hay silencio. Se podría decir que cerca del despacho del intendente José Enrique Echeverría existe un tímido optimismo que igualmente está amenazado por la llegada de un nuevo gobierno. Es un paso traumático para un hombre que lideró un proceso de seis años y que soportará ahora una carga más pesada: la de volver a ser un ciudadano común. Echeverría atraviesa un dilema conceptual y político. Se lo nota tranquilo, piensa cada palabra, aunque se nota en sus gestos una carga emotiva que, sólo por momentos, le dan otro contexto a sus afirmaciones. En una entrevista exclusiva con La Vanguardia,  y a pocos días de dejar el poder, Echeverría habló por primera vez de la derrota, de su gestión, y de su futuro.

-¿Cuál fue la primera autocrítica después de la derrota? -Lo dije en su momento, e insisto, está claro que a veces la gente genera y quiere un cambio. Reconozco que muchas veces me pasé de rosca con la gestión. Pero también gracias a eso conseguimos muchas cosas, como por ejemplo el Plan Estratégico Balcarce 2020 que fue una herramienta fundamental para saber dónde estábamos parados y pensar y diseñar el futuro. Los que alguna vez han estado en una gestión  lo entienden muy bien, los que nunca han estado no lo entenderán, es parte de las reglas de la política. Pero históricamente las cosas se dieron en Balcarce de esta manera: tenes que gestionar en La Plata y en Buenos Aires. Sé que eso me alejó quizás de la gente, pero todo ese trabajo redundó en obras.  La autovía 226, la iluminación de las plazas, la recuperación de todos los edificios públicos por nombrar algunas de las cosas que se hicieron y que es lo que queda, lo que demuestra la gestión, como la Guardia del Hospital y lo que está siendo la construcción de la administración. Todo eso implica y es reflejo de la gestión que dejamos.

-¿Se sintió defraudado por parte del electorado? -No, para nada. Sí entiendo que la gente quiera un cambio y soy respetuoso de eso. Llevo 50 años viviendo en Balcarce, más de 100 mi familia, Y el orgullo más grande que tengo como dirigente y referente de un grupo político son todas estas cosas que podemos dejar como legado. Puedo caminar por la calle y con la conciencia tranquila. Ver después de 80 años el canal de la calle 112 o recorrer todas las 40 cuadras de cordón cuneta que estamos haciendo en el barrio de la plaza Colón eso es lo que te demuestra la gestión. Sí hemos fallado en la comunicación, aunque quizás ese proceso no fue el adecuado, sumado a que por ahí la gente quería más presencia del intendente y esto no implica que el municipio no estuvo presente, sino que traté de estar siempre a través de mis funcionarios. En campaña intensifiqué mi tarea en los barrios, y escuché ese reclamo que entiendo es lógico.

-¿Haber sostenido algunos funcionarios fue un error? -Yo tengo la conciencia bien tranquila. En su momento fueron cerca de 7 funcionarios que se cuestionaron y de hecho hice muchísimos cambios. Si miramos el Gabinete del año 2009 y hacemos lo mismo hoy, van a notar que hubo cambios. Primero destaco esto que a veces es muy común en las comunidades chicas, la parte buena y la parte mala de conocernos todos, hasta en los detalles. Hay mucho prejuicio con las personas y estigmatiza demasiado. Además se llegaron a decir barbaridades por lo que  en algunos casos voy a seguir una acción legal porque no se puede decir gratuitamente que este intendente tuvo connivencia con algún acto ilegal.

-¿En qué caso particularmente?  -Lo plantearon así, sobre cuestiones de la gestión. Por eso voy a actuar legalmente porque eso no es así, de ninguna manera yo avalo ese tipo de cosas. Entonces eso sí es algo que me molestó, me afectó, y siempre dije que el día que a mí me traigan una prueba concreta y no estoy hablando de una prueba documentada, estoy hablando de hechos concretos con una mínima sospecha yo no hubiera mantenido un funcionario un instante en mi gobierno. Pero eso no ocurrió.