Apurado por dar buenas noticias para contrarrestar los contratiempos tarifarios y con el fin de capitalizar lo que se perfila como un resultado exitoso en materia eólica y solar, el ministro de Energía, Juan José Aranguren decidió adelantar una semana la apertura de las ofertas económicas de la primera licitación del plan de energías renovables.

Pese al entusiasmo oficial, la jugada de Aranguren -que anticipó al 30 de setiembre la apertura de sobres que estaba prevista para el 7 de octubre- puso sobre el tapete nuevos cuestionamientos en torno al rol que desempeñará en la etapa decisiva de la adjudicación de los contratos el ex consultor privado y actual subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind.

Al menos seis de las veintiocho empresas que compiten por instalar aerogeneradores manifestaron su inquietud por el presunto conflicto de intereses que se registraría con Kind si es que no se abstiene a la hora de evaluar las ofertas en juego.

El problema que se presenta con Kind tiene que ver con su doble participación como accionista y presidente de Aires Renewables, la consultora de energías renovables que se ha mostrado muy activa en los últimos meses y que tiene en su lista de clientes a las principales empresas que operan en el negocio energético local como Pampa Energía, ENEL, Sadesa, Techint y Pan American Energy (PAE).

De acuerdo con la información suministrada por la cartera de Aranguren, Kind estuvo al frente de Aires Renewables hasta el 9 de diciembre pasado cuando renunció para poder asumir como subsecretario de Energías Renovables. En lo que respecta a las acciones que tenía en esa consultora, el ministerio indicó que fueron vendidas el 20 de abril de este año.

Según fuentes del sector, la porción accionaria de Aires Renewables fue transferida por Kind a Alberto Gil, uno de sus ex socios y ex colega de trabajo en Pan American Energy (la petrolera manejada por el grupo Bulgheroni), que se convirtió en el nuevo presidente de la firma.

Las críticas que salpican a Kind sostienen que Aires Renewables tiene un acuerdo cerrado con el grupo italiano ENEL por el proyecto eólico de Pampa del Castillo que en caso de salir adjudicado implicará para la consultora un ingreso de 8 millones de dólares.

Pampa del Castillo es un proyecto de aerogeneración de 80 MW localizado en la provincia de Chubut que fue estudiado y desarrollado por Kind cuando estaba al mando de Aires Renewables.

Cuando el gobierno lanzó en julio la primera licitación del plan de energías renovables (RenovAr), la consultora llegó a un acuerdo con ENEL para “prestarle” el proyecto desarrollado con una “opción de compra” en caso de que salga elegido.

El valor de esa opción fue fijado en 100.000 dólares por MW, con lo cual si Kind le adjudica la totalidad del parque eólico a ENEL, la suma que embolsaría Aires Renewables llegaría a los 8 millones de dólares.

Ante esa situación y la marcada disputa entablada entre los proyectos eólicos— 49 propuestas por casi 3.500 MW para un cupo de solo 600 MW—, varios oferentes entienden que lo más aconsejable para la transparencia del proceso licitatorio sería que Aranguren le impida a Kind participar en la evaluación y selección de las ofertas ganadoras.

La primera ronda del programa RenovAr que puso en marcha la administración tuvo un resultado dispar en lo que respecta al interés que mostraron los oferentes en las distintos tipos de energías renovables.

Si bien globalmente la cantidad de MW ofertados superó en más de 6 veces el cupo de 1.000 MW que salió a licitación, la mayoría de las propuestas en juego se concentraron en los sectores eólico y solar.

En energía eólica se presentaron casi 3.500 MW para un cupo de 600 MW, mientras que en energía solar hubo ofertas por 2.813 MW para cubrir un nivel requerido de 300 MW.

En cambio, en los sectores de biomasa, biogás y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos las ofertas quedaron bastante lejos de alcanzar las metas pautadas por los funcionarios de Energía.

 

En el caso de proyectos de biomasa, se ofertaron 44,5 MW frente a una potencia requerida de 60 MW. En biogás, se recibieron propuestas por 8,6 MW para un tope que era de 15 MW. Y en centrales hidroeléctricas de baja escala donde se buscaba cubrir un cupo de 20 MW, las ofertas llegaron solo a 11,4 MW.