Nuevos testimonios apuntan contra Miceli

Nuevos testimonios apuntan contra Miceli

Policías y el mayordomo de Economía contradijeron a la ex ministra

Por Hernán Cappiello |

La ex ministra de Economía Felisa Micheli terminó ayer así tan mal como arrancó la primera semana del juicio que se le sigue por los 30.000 dólares y 100.000 pesos que aparecieron en su despacho: policías y el mayordomo del ministerio sembraron dudas sobre sus explicaciones y abonaron la idea de que ordenó desaparecer el original del acta policial que dejaba constancia del hallazgo, en 2007.

Los testigos que ayer complicaron a la ex funcionaria son dos comisarios de la Policía Federal, al asegurar que por pedido de Miceli debieron entregar el acta que registraba la existencia de la plata. Miceli no niega haberla pedido, pero argumenta que se había quedado con una copia y no con el original. Sin embargo, los policías que hicieron el acta declararon que le habían dejado un original firmado a la secretaria.

Primero declaró el entonces jefe de la dependencia policial que tiene asiento en el Ministerio de Economía, el comisario Jorge Faris. Dijo que seis horas después de que apareció la plata en el placard, lo convocaron. "Recibí una llamada al teléfono interno de parte de la secretaria de la ministra y en tono imperativo me dio la orden de que la consiguiera [el acta]", dijo. Y que, como no sabía de qué se trataba, preguntó: "Es un tema exclusivamente privado de la ministra, consígala", recordó que le dijeron. Recurrió a sus subalternos para obtener el original que ya estaba en la División Explosivos de la Policía Federal, pues hombres de esa dependencia fueron los que habían encontrado la plata. Allí el oficial que estaba de servicio era Gabriel Quinteros, quien declaró ayer que aquel 5 de junio de 2007 lo llamó un camarada que le solicitaba por orden de Miceli el acta original del procedimiento. "Lo ensombré en un sobre blanco y lo entregué", dijo, y recordó que antes, "por las dudas", hizo una copia en el fax, la firmó para certificarla y la archivó en un bibliorato. Su actitud permitió contar con un documento para enjuiciar a Miceli . A Faris y Quinteros los sancionaron por haber dejado constancia en el acta de cuánto dinero se trataba.

Faris fue explícito acerca de cómo María Teresa Barco, una de las secretarias, le pidió el acta: fue descortés y lo hizo dándole una orden, maltratándolo, sin pedírselo como un favor. Y dijo que cuando consiguió el original y se lo entregó, la mujer le cerró la puerta en la cara.

Completó la audiencia el mayordomo del Ministerio de Economía, Miguel Ángel Lezcano, un morocho fornido que desde hace 40 años atiende a los ministros. Lezcano describió el envoltorio de los 100.000 pesos como de nylon grueso con un borde que parecía un "repulgue de empanada". Como un "ladrillo" bancario termosellado, lo que se contradice con la versión de Miceli que aseguró que envolvió la plata en una bolsa de nylon en su casa y le hizo un sellado térmico casero.

Lezcano dijo que en 40 años "jamás" ningún ministro le reprochó que faltara algo de su despacho y menos que hubieran colocado algo que no fuera suyo..

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