Sin jefe, el peronismo se desgrana. Sin un presidente o gobernador que lo ordene, el PJ bonaerense se tribalizó. Por nombres, enfoques y celos los más de 50 intendentes del PJ-FpV se reparten en clanes: el grupo Esmeralda, el Fenix y el Patria, además de los silvestres que reportan en más de una terminal. O en ninguna.

Por la negativa o la positiva, Cristina de Kirchner es un vector central. Si hubiese un "cristinómetro" que mida el índice de cristinismo en sangre, se podría determinar la pertenencia de los caciques a cada grupo.

Los matices asoman también sobre un potencial pacto con Sergio Massa, el vínculo con el Gobierno y el formato de la unidad. Las divisiones se completan con asuntos bien mundanos: peleas de cartel y cuestiones de piel. 

Entre los Esmeralda -que tomó su nombre de la calle donde se ubican las oficinas que usan para reunirse, que fue búnker de campaña de Martín Insaurralde en 2013- la resistencia a la ex presidente es una matriz.

En la otra punta, el grupo Patria encarna la mirada ultra K. Los Fenix hacen equilibrio. "¿Porqué tenemos que pelearnos con Cristina más de lo que nos peleamos con Macri?" sintetiza uno de los fundadores.

El lomense Insaurralde, Gabriel Katopodis (San Martín), Fernando Gray (Echeverría), Mariano Cascallares (Brown), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Eduardo "Bali" Bucca (Bólivar) son el staff más sólido del Esmeralda. No les agrada Cristina como jefa tras la derrota ni verla como candidata bonaerense.

Empujan para que Florencio Randazzo juegue e interpretan -desean- que la ex presidente no estará en el duelo bonaerense. "La tiene más fácil en Santa Cruz" dice uno. "Los pibes de La Cámpora la presionan para que juegue en provincia" alerta otro.

- Somos peronistas renovadores que queremos la unidad -le dijo Gray a Clarín.

- ¿Y el candidato?

- El que mejor esté con la gente.

- ¿Incluso Cristina?

- Ella nos dijo que no quiere conducir ni tiene voluntad de ser.

Otras miradas. "Por lo gestual, Cristina va a ser candidata en la provincia" arriesga Francisco "Paco" Durañona, de San Antonio de Areco, que se reconoce peronista K pero no integra el grupo Patria de Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) y aparecen camporistas como Juan Ustarroz (Mercedes), primo de Eduardo "Wado" De Pedro.

A la vez, Ustarroz habita el grupo Fenix con Verónica Magario (Matanza), Ariel Sujarchuck (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Ariel Nardini (Malvinas), Francisco Echarren (Castelli) y, entre otros, Walter Festa (Moreno), alter ego de José Ottavis.

Menéndez y Sujarchuck integraron el Esmeralda pero, sin romper, se distanciaron. "Queremos aglutinar, no buscar liderazgos. Sin excluir" explicó el alcalde de Escobar. Un chirlo sutil.

Lo repite Magario. "No hay que echar a nadie ni imponer a nadie"

Usted dijo que Cristina era parte del pasado.

Cristina cumplió su ciclo en diciembre. Esta es otra etapa, otra realidad.

¿Hay lugar para Massa?

Tenemos miradas parecidas en varios temas. En marzo o abril veremos. 

Magario, por la tirria entre Insaurralde y Fernando Espinoza, nunca entró en el radar de los Esmeralda.  La irrupción de ese sector motorizó a otros. Días atrás asomó el "grupo Establo" con lógica territorial: juntar a los alcaldes del interior. 

"No tenemos que contaminar a la gente con nuestras internas" dice Zabaleta, del Esmeralda, y recuerda que, para definir candidatos, están las primarias. 

La territorialidad impacta. Los alcaldes del oeste y el norte del conurbano, cercanos a Tigre, miran con obsesión lo que pasa con Massa porque el diputado irradia sobre sus distritos mucho más que lo que impacta en zona sur. "Algunos están muy pendientes de las encuestas" reprocha un intendente.

Vale para Cristina. "El 60% de mis militantes son K ¿cómo me voy a pelear con Cristina?" se explicó Menéndez ante sus colegas. No hace mucho fue massista y el Gobierno lo convidó con ser la pata peronista del PRO.

Los más amigables con el macrismo son, sin embargo, peronistas multireelectos como Mario Ishii, de José C. Paz y Alejandro Granados, de Ezeiza, ex ministro de Daniel Scioil.

Detrás de las diferencias hay urgencias comunes. Está en marcha la convocatoria para juntar a todos los grupos para unificar posición frente al presupuesto de 2017 que diseña María Eugenia Vidal.

Esa foto puede darse el jueves.