Enfrentado abiertamente con el Gobierno nacional, el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, salió a desafiar nuevamente al kirchnerismo. “Algunos que hablan desde el agravio y llevan las cosas a lo personal no superarían una rinoscopía en un hospital público ”, sostuvo Peralta sin hacer nombres durante una conferencia de prensa que brindo el viernes a la noche en la ciudad santacruceña de Las Heras.

Peralta está enfrentado con la mayoría de los intendentes y diputados del PJ que rechazan su iniciativa para tomar deuda por unos 200 millones de dólares para tratar de equilibrar las cuentas provinciales.

“Guarda con la boquita porque a las cosas hay que decirlas de frente no revoleando panfletitos por los pasillos. Yo, felizmente, tengo las manos limpias, y también, el cuerpo y el alma”, aseguró el gobernador de la provincia de Cristina Kirchner.

Peralta intenta impulsar que su provincia se retire del Pacto Fiscal con la Nación, tal como hizo el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. El gobernador santacruceño enviará una Ley a la Legislatura para dejar de ceder parte de la coparticipación provincial a cambio de que la Nación sostenga el régimen previsional santacruceño, tal como estableció el pacto que firmaron en 1992 las provincias con la Casa Rosada.

El organismo previsional de Santa Cruz produce el mayor déficit en la economía de esa provincia: en 2011 esa cifra superó los $400 millones y para el año en curso está previsto que pase los $900 millones . Imitando la determinación de De la Sota, Peralta dijo que denunciaría al Gobierno Nacional por la falta de envío de fondos y se retiraría del Pacto Fiscal en el que se comprometió a ceder el 15 por ciento de su coparticipación .

Avanzar con la autonomía previsional le permitirá a la provincia recuperar $30 millones por mes, según explicó Peralta a Clarín.

La tensión entre Peralta y la Casa Rosada se profundizó cuando desde el Gobierno nacional lo acusaron directamente de haber hecho espionaje sobre las actividades de la Presidenta en esa provincia.

Lejos de quedarse callado, el gobernador de Santa Cruz salió a denunciar que hay sectores del Gobierno que “ponen palos en la rueda” y quieren “desestabilizar”. También reconoció que él y La Cámpora no integran “el mismo espacio político” y apuntó contra quienes creen “que los problemas de Santa Cruz se arreglan tomando café a 3000 kilómetros”.

La reciente historia santacruceña -gobernada durante más de una década por Néstor Kirchner- registra dos salidas traumáticas de los gobernadores: Sergio Acevedo y Carlos Sancho tuvieron que dejar sus cargos en medio de crisis políticas antes del final de sus mandatos.

Con esos fantasmas sobrevolando la provincia, Peralta se muestra decidido a darle pelea hasta el final al kirchnerismo.