Si no hay nuevas lluvias, se acentuará el alivio

Si no hay nuevas lluvias, se acentuará el alivio

El agua comenzó a bajar lentamente en la mayoría de las localidades afectadas, pero la situación sigue siendo crítica en muchas zonas de Córdoba.

Varios días más sin lluvias se necesitarán para que las numerosas regiones de Córdoba afectadas por el i­nusual volumen de agua caída en dos semanas puedan empezar una recuperación cierta. Ayer, fue la segunda jornada consecutiva sin precipitaciones y con sensación de alivio, aunque permanecen muchas regiones aún en situación crítica. Mientras, apareció la décima víctima fatal provocada por los temporales.

La clave –y el ruego– es que no haya nuevas lluvias: los suelos ya no retienen ni absorben más agua en las sierras y en los campos del llano, y sólo derivan generando problemas. Además, los diques llenos requieren no tener nuevos aportes extraordinarios para poder ir evacuando el volumen que ya los repleta.

Ayer, la situación más complicada seguía siendo la de Idiazábal, donde el agua bajó apenas unos centímetros, aunque ninguno de sus habitantes puede aún regresar a habitarlo.

En baja

Diego Concha, director de Defensa Civil de la provincia, señaló que aunque en general el agua está en baja en la mayoría de las localidades afectadas, ayer se produjeron inconvenientes nuevos en Obispo Trejo y Maquinista Gallini, por la llegada de la creciente del río Jesús María a esa zona del departamento Río Primero. En ambas localidades se sumaron evacuados.

Un especial alivio se percibió al confirmarse que la crecida del río Tercero no generó problemas serios en Villa María y Villa Nueva, más allá de algunos barrios anegados, y se espera que hoy tampoco lo haga cuando llegue el mayor caudal a Bell Ville, donde la crecida se sumará a la enorme masa de agua que ya complica a esa zona, derivada de áreas rurales. “La cantidad de agua que se mueve desde los campos y que vimos al sobrevolar esa zona es impresionante”, admitió Concha.

En el sudeste y nordeste provincial se multiplican las localidades cuyas zonas urbanas anegadas son desagotadas con bombas de extracción tipo arroceras.

Aunque en general con una baja en el nivel de agua, subsisten problemas de anegamientos en las áreas urbanas de Ordóñez, Justiniano Posse, Ballesteros, La Laguna, Leones, Corral de Bustos, Monte Leña, San Marcos Sud, Los Zorros, Arroyito, Laspiur, El Fortín, Tránsito, Freyre, Santiago Temple, Devoto, San Francisco, Morteros y otras localidades.

En muchas áreas de esas regiones, las napas freáticas están ya al nivel del suelo. De allí que al exceso hídrico que corre por superficie se suma el que “brota” desde la tierra. En las no pocas localidades sin redes cloacales, se agrega por esa causa el problema sanitario del colapso de los pozos ciegos.

En Balnearia, pueblo vecino a la laguna Mar Chiquita y citado entre las más afectados, la situación registró una mejora más evidente ayer. El agua que anegaba medio pueblo bajó y de los 480 evacuados que había se redujo el número a 120.

Mientras, en Jesús María y en las localidades de Sierras Chicas, el agua ya no es el problema sino los enormes destrozos en infraestructura y viviendas que les dejó el vendaval, que demandará tiempo y millonarias inversiones para recuperar.

Otro aspecto crítico es el impacto productivo y económico por los cientos de miles de hectáreas de campos anegados.

10 cortes de ruta

Hasta anoche: ruta 4 (a la altura de Chazón); 6 (La Laguna), 6 (Justiniano Po­sse); 3 (W. Escalante); 3 (San Antonio Litín); 11 (Corral de Bustos); 9 (Sinsacate); 9 (Totoral); 17 (Balnearia), y el Camino del Cuadrado.

Bell Ville, en alerta

Río Ctalamochita. A medida que la crecida del río más caudaloso de Córdoba baja hacia el Carcarañá, se va corriendo el centro de preocupación. Los terraplenes montados en Villa Nueva y Villa María dieron resultado: hubo barrios con agua pero no viviendas con daños por la crecida. Además, desde ayer, se redujo la liberación de agua del dique Piedras Moras y si no hay nuevas lluvias, la situación ya no sería comprometida, aunque se mantenga la alerta. Barrio Villa Oeste, de Villa Nueva, sigue sin habitantes: los vecinos esperan que baje el agua que inunda sus calles para regresar.

Ballesteros. El pico de crecida pasó ayer por Ballesteros y no generó daños. Hay 40 evacuados, pero por los anegamientos provocados por las lluvias previas y no por el río.

Bell Ville. Para la mañana o mediodía de hoy se aguarda que la creciente máxima llegara a Bell Ville, donde también se trabaja desde hace días en el montaje de defensas. La ciudad tenía ayer 118 evacuados y se mantienen sin energía varios sectores pero por efecto de las lluvias anteriores. Algunas empresas suspendieron personal por 48 horas. Llegaron refuerzos de asistencia social provincial, policías y personal militar y gendarmes. En esta zona, además de la crecida del río, inquieta el enorme aporte de agua que desde los campos de una amplia región se suman al cauce del Ctalamochita.

Bajar caudal. Si se concreta la probabilidad de llegar sin lluvias hasta el fin de semana, habría chances ciertas de que Recursos Hídricos de la Provincia pueda reducir la erogación desde el dique Piedras Moras al río.

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