El jefe del Ejército, César Milani, le dará un nuevo dolor de cabeza al Gobierno nacional en las primeras horas del lunes: la justicia federal de La Rioja recibirá una querella que lo involucra en un caso de detención ilegal y tortura durante la última dictadura militar. Se trata de Oscar Schaller, un miembro del diario El Independiente.

Schaller estuvo detenido por 30 días en un centro clandestino que funcionaba en el regimiento Batallón de Ingenieros 141 de la ciudad de La Rioja. “Cuando recuperó la libertad, Oscar vió a César Milani, quien le preguntó cómo lo habían tratado durante el cautiverio. En ese momento no sabía que era Milani”, contó a Clarín Myriam Bregman, abogada de la víctima del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH). “Yo fui abogada en el juicio contra Christian von Wernich y esta era una práctica muy usual de los captores, que se preocupaban por saber qué historia iban a contar las víctimas cuando recuperaran la libertad”, agregó Bregman.

Además, la querella vendrá acompañada de una cuestión crucial para los juicios de este tipo: el pedido de la reapertura de archivos de represión en manos del Estado. “Como CeProDH, en el caso de Alejandrina Barri logramos que la ex SIDE abriera los archivos y nos remitiera la carpeta de sus padres que fueron desaparecidos en el 77. Esto mismo pedimos para el caso de Shcaller que involucra a Milani”, explicó a Clarín Bregman, quien además de abogada de derechos humanos es candidata a jefa de gobierno porteña por el Frente de Izquierda.

La querella cuenta con varios testimonios. Matías Aufieri, el otro abogado del CeProDH que representa a Schaller, explicó que aportarán “importantes pruebas y testigos como Enrique Fukman de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, Graciela Rosenblum de la Liga de Argentina por los Derechos del Hombre”. También acompañarán la presentación víctimas y familiares como Ramón Olivera, Plutarco Schaller y Graciela Ledo, la hermana del soldado desaparecido.

Consultada sobre la designación del jefe del Ejército por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Bregman fue categórica: “El Gobierno nacional mantiene a Milani como un gran símbolo de impunidad. Esa impunidad tiene un mensaje de reconciliación con las fuerzas armadas genocidas, porque cada vez se le da más poder y lugar a su figura”.