Nueva batalla en la “guerra de las mujeres” del presidente francés

Nueva batalla en la “guerra de las mujeres” del presidente francés
Por María Laura Avignolo.

Ségolène Royal, ex de Hollande, le exigió “respeto” a la actual mujer del mandatario.

A tres días del balotaje de las elecciones legislativas francesas, el socialismo está desesperado por dar vuelta la página en la “guerra de las mujeres” del presidente François Hollande. Pero no lo consigue. Ségolène Royal, ex compañera sentimental del actual jefe de Estado y aspirante a diputada en la circunscripción de La Rochelle para llegar a presidenta de la Asamblea Nacional, se tomó un respiro antes de responder el traicionero Twitter de la actual primera dama oficiosa, Valérie Trierweiler, en apoyo a Olivier Falorni, disidente socialista y su rival en los comicios.

Un hecho que ha convertido a la actual periodista de Paris Match y First Girfriend (no está casada formalmente con Hollande) en la más odiada mujer del país . Los franceses sienten que ha ridiculizado la jerarquía presidencial, después de que Hollande apoyó públicamente a Royal en la campaña, y ha transformado a Francia en un hazmerreír internacional, como en los tiempos del divorcio de Nicolas Sarkozy y su esposa Cecilia.

“Yo no quise reaccionar ayer (el martes) porque el golpe fue demasiado violento. Eso no quiere decir que yo no esté herida, no soy un robot”, declaró Ségolène el miércoles por la noche, en la última reunión electoral de su campaña, frente a las cámaras de TV. Después se dirigió a Trierweiler, sin nombrarla: “ Pido respeto hacia una madre de familia donde los chicos entienden lo que se dice”.

En una entrevista al diario de izquierda Libération , se consideró “jamás vencida”. “Frente a la violencia del golpe, yo no quise reaccionar en caliente porque debo enfrentar un combate político difícil. En tanto mujer política, exijo ser respetada, como debe ser respetado el sostén político que me ha aportado el presidente de la república como única candidata de la mayoría presidencial”, dijo.

Ségolène acusó al candidato disidente de una “traición intolerable” y lo denunció como capaz de “hacer perder a una candidata de izquierda con las voces de la derecha y la extrema derecha”. Según los sondeos realizados antes del Twitter de Valérie, Royal perdería porque Falorni recuperaría el 83% de los votos de los simpatizantes de Sarkozy de la UMP y el 55% de los votos de Marine Le Pen del Frente Nacional.

Toda la oposición dispara sobre “el soldado Royal”, que Hollande y el socialismo se empeñan en salvar para no convertir a este conflicto de la vida privada en una catástrofe política para su flamante gobierno y su partido.

Abatir a Ségolène y dejarla sin lugar en la Asamblea es el objetivo de la UMP y el FN .

La mayoría de los franceses está escandalizada con el comportamiento “vergonzante” de la primera dama, que se ha involucrado “en una cuestión política que le debe ser ajena en su función”. Los socialistas hacen contorsiones para descalificar el comportamiento de Valerie sin ofender al presidente. Será Hollande el que deberá decidir cómo ejerce su autoridad en medio de este escándalo. Su vida privada está expuesta y a la intemperie, como en los peores días del sarkosismo.

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