El presbítero Ariel Sueiro, delegado de la Diócesis de Mar del Plata, fue uno de los argentinos que participó del encuentro con el Sumo Pontífice. “Su mensaje fue motivador, cercano y directo al corazón”, aseguró.
El presbítero Ariel Sueiro, delegado dela Diócesis de Mar del Plata, asistió al encuentro con el Sumo Pontífice y aseguró que su mensaje “fue motivador, cercano y directo al corazón”. “Nuestro Papa es fuera de serie, va a ser un gran santo”, destacó el enviado dela Iglesia local.
Bajo la lluvia, a las 4 de la madrugada una larga fila de argentinos se formaba en las afueras dela Catedral de Río de Janeiro. Tras siete horas de espera se produjo el esperado encuentro, del que también formaron parte varios marplatenses.
“Es destacable el orden que había para esperarlo, sabiendo que unos pocos podían entrar. Se vivió un clima de respeto y paciencia”, manifestó el presbítero Ariel Sueiro, delegado de la diócesis de Mar del Plata para la pastoral juvenil.
”El Papa es maravilloso, sentí orgullo, cercanía y simpleza para transmitir la alegría de ser cristiano”, dijo el referente local dela Iglesia y en la misma línea reconoció que “el clima fue hermosísimo, fue un inolvidable hecho histórico y varios marplatenses tuvieron la gracia de estar ahí adentro”.
De acuerdo con su relato, de los más de 45 mil jóvenes que conforman la delegación argentina, solo 6 mil pudieron ingresar y tener contacto con el Papa Francisco.
“Muchos hicieron una vigilia en la puerta dela Catedral, otros llegaron a las 4 o 5 de la mañana, y pudieron estar en ese motivador encuentro con el Santo Padre. La multitud que quedó fuera dela Catedral, gritaba y cantaban mientras el Papa Francisco se dirigía a los jóvenes”, precisó el presbítero Ariel Sueiro.
Otro de los marplatenses que asistió a la denominada Jornada Mundial dela Juventud junto al Sumo Pontífice fue Marcelo Garzón, de 25 años, quien manifestó su alegría y orgullo tras el encuentro con Francisco.
“No importó madrugar y mucho menos que esa larga espera haya sido bajo el frío y la lluvia de esta ciudad. Pude ver a nuestro amado Santo Padre. Gracias Francisco por querer estar con los jóvenes de tu nación y por tu corazón de pastor que nos guía por el recto sendero. Rezo por vos como me lo pediste”, expresó el joven marplatense.
Valeria Rodríguez, de 28 años, fue otra de las marplatenses que llegó minutos después de las 4 de la madrugada para asistir al ansiado encuentro.
Tras esta “experiencia de fe”, como lo definió, explicó: “Cuando llegamos y ya había gente esperando nos desanimamos un poquito, pero no perdimos la fe. Hacer la fila, conocer a los de al lado, rezar juntos con la esperanza de poder entrar, y también ponerme en el lugar de tantos que a medida que iban llegando ya se daban cuenta que no iban a entrar. Fue una experiencia de Iglesia joven, muchos se quedaron afuera, pero eran tantos que de adentro se escuchaba lo que cantaban afuera y nos uníamos desde dentro”.
Respecto a su impresión sobre el Papa Francisco, Valeria destacó “la sencillez, cercanía y el gesto” que “se notaron en su sonrisa y en su claro mensaje: la invitación a que los jóvenes ‘hagamos lío’.
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