La ex novia del poder: lo que Agustina Kampfer nos enseñó

La ex novia del poder: lo que Agustina Kampfer nos enseñó

Confesiones, chicanas, preguntas sin respuestas, tráfico de influencias y los beneficios de pertenecer. Postales de una Argentina caliente como la revista Minga! de la ex de Amado Boudou.

La noche del viernes 20 de febrero, Agustina Kämpferconcluía su primera semana como panelista del programa político más visto del país, Intratables. Los inconvenientes judiciales de su ex pareja, el viceprocesadoBoudou, alcanzaban su punto más álgido y en el estudio de América TV sus compañeros tocaban el tema con honestidad brutal. María Julia Oliván fue quien comenzó a cuestionar lo que miles de argentinos tenían ganas de expresar: ¿Cómo pasó la joven y bella movilera de C5N a ser propietaria de una revista de 70 páginas, a todo color y de distribución gratuita?

En diciembre del 2011, con el 60% de las acciones –el resto pertenece a su socio Darío Rosemblat- Kämpfer había lanzado una revista “dinámica y comprometida” sobre rock y política. En sus 70 páginas a todo color aparecen figuras del rock como Manu Quieto, cantante de La Mancha de Rolando, actores vinculados al oficialismo, funcionarios y dirigentes cercanos al kirchnerismo. “Era muy fácil conseguirme anunciantes”, confesó Kämpfer defendiéndose de sus compañeros, con excepción de Diego Brancatelli que oficiaba de abogado defensor y pedía que dejasen la hipocresía de lado. El movilero de Fútbol Para Todos tiene razón: “Muchas veces la pauta sale con un spot, una placa, con PNT con notas tirando centros”. Esas publinotas es un vicio de parte del periodismo crítico pero fundamentalmente oficialista.

Lo que no comprenden o, en todo caso, se hacen los distraídos, los “periodistas militantes” es que pertenecer tiene sus privilegios. Kämpfer no hubiese podido lanzar una costosa publicación gratuita sin la ayudita de Boudou. Es más, no existe una revista de esas características excepto que sea oficialista. No hay.

Las pautas condicionan al periodismo, más aún las estatales y paraestatales. ¿Qué hubiese sucedido si en Minga! entrevistaban a Las Manos de Filippi, banda de rock que denunció a la corrupción menemista –recordar Señor Cobranza interpretado por la Bersuit- y que compuso el más actual “Kristina” tema sobre “la década ganada”? ¿Tuvo espacio Juan José Campanella, el director de cine más importante de los últimos 20 años, para expresar sus objeciones al “paraíso” K? La periodista que, repentinamente, se interesó por la política, es una apasionada por el rock –aunque en FM Mega la cargaban porque no conocía a bandas fundamentales de la historia del rock (está claro que no es Sergio Marchi ni Tom Lupo). El viernes se preguntó inocentemente por qué no podía tener una pauta “mínima” del Partido de la Costa. Y… convengamos que no queda muy bien. No es lo mismo que Juan Pérez le pida unos mangos al intendente Juan Pablo de Jesús de que lo haga la novia del vicepresidente de la Nación. Existe una situación de poder. Es algo así como los futbolistas que defienden la incentivación. Si recibís plata para ganar, tranquilamente, ante una necesidad, podes aceptarla para ir para atrás. Por otra parte, habiendo miles de intendentes, ¿justo el ex socio y amigo de Boudou, abrió su gentil billetera? Recordemos que la pauta oficial y provincial no sale del bolsillo del ocasional funcionario sino de los impuestos de los ciudadanos.

La otra mujer de…

Mientras que la mujer del vicepresidente se daba el gusto de tener su revista, otra mujer,Laura Muñoz, denunciaba al testaferro del primero. No la pasó tan bien como la colorada periodista. Cuestionar de dónde salía el dinero que su marido, Alejandro Vandenbroele, traía a su casa, le costó sangre, sudor y lágrimas. A Muñoz la trataron de loca. A Kämpfer, la Presidenta la subió al estrado para festejar la reelección mientras repetía lo bella que era “la novia de Boudou”. La plata que sobra en un lado, falta en el otro. Tras la discusión con Olivan, Villouta, Viale y compañía, la ex movilera de C5N escuchó impávida el testimonio de Félix Díaz acompañado por la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas. Interesante ejemplo de cómo el oficialismo persigue a los críticos y premia a los amigos. La lucha del dirigente Qom no es por una revista sino por el agua, una vivienda digna y que no lo terminen matando.

En las páginas de Minga! aparecían anuncios de empresas y negocios privados como Sheldon, Bon Aqua, Bokura, Kodak, Pepe Cantero, Coca Cola, 360 Gafas, Bebop Club, bancos como Columbia y el Hipotecario. Federico Mayol, autor de “Amado” menciona en su obra sobre Boudou que en agosto del 2012, “Kämpfer presentó su primera declaración jurada de bienes pública, por su carácter de “conviviente” del vicepresidente”. Agrega que “lo más llamativo fue el préstamo hipotecario que consiguió de $357.300: difícil de obtener para una monotributista que factura $72.000 al año”. Otros anunciantes son YPF –aunque según Kämpfer “Telam nunca me puso un peso” y, casualmente, el Banco Hipotecario.

En diálogo con Perfil.comGuillermo Cherashny asegura que “la relación con Boudou la cambió a Agustina y nunca más me habló por ser opositor a este gobierno”. Recuerda que conoció a la bella periodista en Filo, restaurante ubicado en el microcentro porteño, “me contó que era egresada de TEA y se la presenté a Daniel Hadad”. Tres años después, tras su paso por México, Agustina volvió a acercarse al ex candidato a jefe de gobierno porteño: “Iba a almorzar al Hotel Boutique donde estaba todos los días, ahí pasaba también Boudou que dirigía el ANSES y un día le dije que la colorada le tenía ganas”. Según Cherashny, fue él quien los arrimó tras una entrevista que Agustina le hizo al funcionario en C5N.

En aquellos tiempos, el periodista Diego Gueler investigó los ingresos de dos firmas vinculadas a José Núñez Carmona y a Boudou: WSM y Action Media. En un año recibieron más de 11 millones en pauta oficial. La primera no se llevó ni un centavo entre 1996, año de su creación, y el 2011. Tras la llegada de Amado a Casa Rosada, la suerte cambió. Carmona también se metió en el negocio del rock a través de Rock Argentina. Mal no le fue. Cobró 350 mil pesos de un tirón. Eran tiempos en que Kämpfer ya no criticaba al kirchnerismo: “No la vi más, cambió un montón –recuerda Cherashny- obvio que se benefició con Boudou, ni lo dudes”.

La relación del poder político con el periodismo, durante la década ganada, se ejemplifica en el repentino ascenso de Kämpfer. No cuestionar el manejo de la “cosa pública” de su pareja, le abrió puertas, las mismas que se le cerraron violentamente a la ex de Vandenbroele cuando denunció públicamente al padre de su hija. De chicos, en el colegio siempre había un “intocable”, el “acomodado” del aula. Algunos corren con el caballo del comisario o tienen “banca”. En el periodismo, como en la vida, hacer “la vista gorda” se paga. Y muy bien. Pero, como escribió uno de los fundadores del rock vernáculo: “Todo concluye al fin, todo tiene un final, todo termina”.

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