Nochebuena triste: lo mataron cuando le robaban lechones

Nochebuena triste: lo mataron cuando le robaban lechones

Rolando Cordero estaba a punto celebrar la Navidad cuando escuchó ruidos en los fondos. Fue a ver y lo asesinaron con una puñalada en el pecho, sumiendo a su familia en la tragedia. Los ladrones serían dos y están prófugos, pero habría elementos como para esclarecer el hecho.

Cuando la mayoría de los sanrafaelinos se disponían a compartir la mesa de la Nochebuena, Rolando Cordero, un vecino de 54 años de Cuadro Nacional, recibía una puñalada que acabó con su vida en cuestión de minutos.

Dos individuos intentaron robar lechones de un chiquero que tiene en la parte trasera la propiedad, ubicada en calle Sarmiento al 1400, justo frente a una reconocida fábrica de productos plásticos. 

Faltaban minutos para las 9 de la noche, Rolando sabía que en instantes debía "cruzarse" a la casa de al lado, donde reside su hermano, porque iban a cenar junto al resto de sus familiares, entre ellos la esposa de la víctima y sus dos hijos. Pero un ruido extraño lo llevó a salir de la casa, y allí se encontró con los malvivientes, que querían llevarse los cerdos que el hombre criaba. 

De acuerdo a lo que los investigadores rearmaron, en ese momento se habría producido un forcejeo entre Cordero y los delincuentes, quienes posiblemente utilizaron un elemento de hierro para golpearlo. Pero el trágico desenlace ocurrió cuando un cuchillo utilizado para faenar porcinos fue clavado en el pectoral derecho de Rolando. Sus gritos desesperados alertaron a los familiares que se encontraban en la vivienda contigua y, a través de una conexión entre ambos inmuebles, descubrieron la dantesca imagen.

Al respecto, a pesar del profundo dolor y con una predisposición admirable, Marcelo Cordero, sobrino de Rolando, habló con Diario San Rafael en el exterior de la propiedad donde ocurrió el hecho, y explicó: "Estábamos reunidos en casa de mi padre (hermano de Rolando) cuando sentimos los gritos. Mi hermana es médica, y mientras llamábamos a la ambulancia intentó reanimarlo, pero no se pudo lograr". La profesional de la salud realizó prácticas de reanimación cardiopulmonar, pero la hoja del arma blanca había afectado órganos vitales y Rolando no logró resistir, situación que fue corroborada por la doctora López, médica de guardia del Servicio de Emergencia, cuando arribó al lugar junto a efectivos policiales.

"No está bien claro pero, por el aporte de algunos testigos, pudimos establecer que han sido dos los delincuentes que atacaron a mi tío", relató Marcelo, quien confirmó que en el lugar quedaron algunos elementos que pueden ser clave a la hora de rastrear a los autores del crimen. En este sentido, el jefe de la Policía, Hugo Lucero, dijo a nuestro diario que se trata de dos gorras, una remera blanca con manchas de sangre, un inflador y, lo principal, el arma homicida. Además, el titular de la Fuerza deslizó que los malvivientes podrían haberse fugado en bicicleta, lo que explicaría la presencia del inflador.

En su diálogo con nuestro medio, Marcelo Cordero reveló un dato de estrecha relación con lo ocurrido durante la noche del miércoles. "Desde hace dos meses mi tío venía sufriendo el robo de lechones", aseguró. No se descarta, entonces, que quienes lo asesinaron sean los mismos que participaron en la sustracción de los otros animales. "Rolando era una persona muy humilde. Si buscaban dinero no iban encontrar grandes sumas, a no ser lo correspondiente a la venta de un animal", señaló el entrevistado.

Es difícil explicar la sensación que dejó en sus familiares, como en toda la comunidad, lo ocurrido con Rolando, víctima de la inseguridad, esa que nos carcome y que volvió a causar estragos entre el 24 y 25 de diciembre. En principio, una mesa servida, una familia unida a la espera de "las doce" para alzar las copas, pedir paz, buenos augurios y los más optimistas deseos. 

Al día siguiente, los protagonistas de esa fiesta de Noche Buena que no pudo ser, atravesados por un dolor inmenso empezaban a despedir los restos de Rolando.

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