Niña contrajo SUH y está grave

Tiene 2 años y es oriunda de Villa Carlos Paz. El “mal de la carne cruda” le provocó una falla renal y convulsiones.

Una nena de 2 años afectada por síndrome urémico hemolítico (SUH), también conocido como “mal de la carne cruda”, se encuentra internada en la unidad de terapia intensiva de la Clínica Vélez Sársfield.

El jefe de Pediatría del establecimiento, Ricardo Manzur, precisó que la niña es oriunda de Villa Carlos Paz, desde donde fue derivada al centro privado de la Capital cordobesa el miércoles pasado en estado delicado, con diagnóstico presuntivo de la enfermedad, que fue con­firmada luego en la Vélez Sársfield por medio de análisis de laboratorio.

“El SUH siempre es grave, ya que genera básicamente tres fallos: renal, hematológico y en el sistema nervioso central”, explicó Manzur.

Y agregó: “En este caso, la niña sufrió las tres complicaciones: insuficiencia renal, anemia y descenso de plaquetas, y convulsiones, por lo cual requirió transfusiones y diálisis”.

Según el médica ya superó las convulsiones y actualmente sigue en diálisis por el fallo renal. La nena habría comido carne mal cocida.

Cómo se adquiere

El SUH se transmite, principalmente, a través de alimentos contaminados con un subtipo de la bacteria Escherichia coli (E. coli O157), cuyo reservorio es el tracto digestivo del ganado vacuno, y se dispersa a través de la materia fecal.

Al ingresar al organismo ­humano, libera una toxina cuyos principales blancos son el riñón y la sangre, aunque puede afectar también el cerebro y otros órganos.

Las vías de transmisión más frecuentes son la carne mal cocida (en particular la molida), además del agua, las verduras y frutas crudas, los lácteos que perdieron la cadena de frío o sin pasteurizar.

También se transfiere durante el contacto de alimentos cocidos con alimentos crudos o con utensilios contaminados (como tablas, cubiertos, etcétera). Y se puede transmitir de persona a persona por vía fecal-oral.

Es más frecuente en los meses cálidos, ya que las altas temperaturas favorecen la proliferación de la bacteria que causa la enfermedad.

La enfermedad afecta en ­particular a los niños menores de 5 años.

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