Nicolás Massot: "La gente votó un cambio, no una revolución"

Nicolás Massot:

Jefe del bloque del PRO en Diputados, Massot dice en el programa de Julio Blanck que el paro del 7 de marzo y las protestas en la calle tienen sobre todo un componente electoral. Mirá el video.

Nicolás Massot es diputado nacional elegido por la provincia de Córdoba. A los 32 años preside el Bloque de Diputados del PRO. Es licenciado en Economía de la Universidad Di Tella. Llegó al PRO de la mano de Emilio Monzó, el Jefe de la Cámara de Diputados. Fue director de Reforma Política, con Macri siendo Jefe de Gobierno, justo cuando se lanzó la boleta única electrónica.

 

- Marcha de la CGT el 7 de marzo: los docentes anuncian paro y no empezarían las clases, hay protestas callejeras todo el tiempo. ¿Usted se imaginaba un clima social tan caliente iniciando el segundo año de gobierno y además en un año electoral?

- Bueno, se esperaba esto a fin de año. En noviembre-diciembre todos hablaban de cuándo llegaba y con qué intensidad el conflicto social. ¿En diciembre por qué se esperaba? Por esta mitología que hay en la cultura argentina y especialmente en los últimos años de que, a fin de año, los precios, las Fiestas, tensan el clima social. Pero no llegó en ese momento por distintos factores y llegó ahora, con el comienzo de la campaña electoral. Yo no estoy diciendo que todo tenga motivaciones electorales, lo que si digo es que es, cuando menos, menos oportuno que el año pasado o suena menos adecuado, menos realista, considerando que en general desde las jubilaciones reales y los ingresos reales; reales digo porque si bien la inflación está bajando, todavía existe; los ingresos reales de los argentinos están empezando a mostrar una leve mejoría. Y está empezando a haber sectores, energía, agro negocios, donde claramente hay una recuperación no sólo de la actividad, sino del empleo y hay otros, industria automotriz, metal-mecánica, donde comenzó la inversión y tal vez todavía no llegó fuerte la generación de empleo pero es cuestión de meses para que llegue. Entonces, lo que digo es: no perdamos el ojo. Estas son movilizaciones que empiezan a estar apoyadas por partidos políticos, con gremios que tienen elecciones este año, con centrales obreras y trabajadores que quieren reunificarse y se están disputando internamente el poder. Hay un gran componente político-electoral en la marcha del 7.

- Sobre los problemas sociales, políticos y económicos existentes el Gobierno ha cometido recientemente algunos errores importantes: el caso del Correo y lo que casi termina siendo un recorte en el haber de los jubilados. ¿Son problemas políticos o problemas de gestión?

- No, yo creo que en estos dos casos pecamos de querer hacer demasiado y hacer poca pausa. Técnicamente el tema de los jubilados pasó por todas las administraciones, inclusive la de Sergio Massa y la de Diego Bosio, creo que en una charla íntima con ellos también estarían de acuerdo con que es lo que corresponde hacer técnicamente y ellos no lo han hecho por cuestiones políticas y nosotros hemos dado vuelta la medida por cuestiones políticas. Hay que esperar el momento indicado para hacer una reforma previsional. Nosotros la estamos convocando. Lo mismo el tema del Correo. Más allá de si son técnicos o políticos los errores, la verdad, yo reivindico la actitud, la humildad del Gobierno y la rapidez de reflejos porque no nos olvidemos que venimos de un gobierno antagónico en este sentido. Es decir, yo prefiero que nos tilden de blandos o poco idóneos a que seamos los culpables de confrontar a la sociedad como los gobiernos testarudos que no quisieron rectificar errores como la 125 y terminar con las calles tomadas y la sociedad enfrentada.

- En el 2015 la mayoría de la sociedad votó por un cambio y lo hizo a Macri presidente. Hoy, 15 meses después de aquella elección, ¿dónde se ve el cambio y donde estamos como estábamos antes?

- Creo que lo más importante es que la gente votó un cambio; no votó una revolución y por eso es importante tener en cuenta el tiempo. Los cambios son graduales, la gente lo sabe. Cualquier otra cosa abrupta hubiera sido revolucionario y no sería gradual como la gente quiere y nosotros queremos que sea. Yo no tengo ninguna duda que en estas elecciones la gente va a ratificar que el cambio está en Cambiemos y que entiende y que esa es la paciencia que nosotros estamos viendo en todo el pueblo argentino, o en su mayoría, que justamente el cambio es gradual y no repentino como una revolución.

- Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia usted tenía apenas 19 años, así que toda su carrera política pasó, podríamos decir, bajo el kirchnerismo, durante el kirchnerismo y enfrentando en su caso al kirchnerismo. Y uno se imagina que del lado del kirchnerismo pasaría lo mismo. Debe haber un montón de dirigentes jóvenes y legisladores jóvenes que no conocieron otro modo político que este que terminó en diciembre de 2015. ¿Cómo se hace para terminar con la lógica amigo-enemigo que es tan destructiva si uno no conoció otra cosa en su vida política?

- Bueno, no sólo no la conocimos los jóvenes en la última década, sino para ser justos la historia argentina es bastante maniquea en ese sentido. Digo, desde morenistas y saavedristas en adelante, podemos definir década a década de la historia argentina con antagonismos. Creo que es una misión histórica, no solamente coyuntural, superar eso y yo celebro que el Congreso de la Nación exprese a una generación entera de jóvenes con muchas diferencias políticas, con mucha onvicción, pero que es una generación post democrática que no cree en la confrontación y en la rivalidad extrema como método para solucionar conflictos, que como el año pasado en el Congreso, están empezando a solucionarse más maduramente y con mucho más dialogo.

- En 2016 el Gobierno se llevó bastante bien con su minoría en el Congreso, con minoría territorial, minoría de gobernadores y consiguió cierto grado de paz social poniendo plata todo el tiempo a las provincias, a los sindicatos, a los movimientos sociales, a los jubilados con la reparación histórica. ¿Esta es una condena para este Gobierno? Como está en minoría ¿siempre va a tener que poner plata todo el tiempo para que el país no le estalle?

- No. Primero, personalmente, no creo que sea así. Yo no creo que el Gobierno haya puesto tanta plata. De hecho, la negociación del presupuesto debe haber sido de las menos costosas en ese sentido de las que se tenga memoria, considerando la minoría que tenemos. Segundo, en la medida que se hagan en la dirección correcta yo tampoco creo que sea una condena. Es decir, la Ley de Emergencia Social fue muy mal interpretada. Se consideró que era un pago a los movimientos sociales y yo realmente creo que es una nota revolucionaria que, si la podemos implementar bien, va a mejorar sensiblemente la política social en la Argentina.

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