Comentó además que en 2014 se realizaron 88 denuncias y más de 300 consultas. 

La discriminación es transversal a todos los ámbitos de la vida... 

La discriminación no escapa a ninguno de los ámbitos de nuestra vida y algunas están muy enraizadas en todos nosotros. Desde el Inadi intentamos poner en tensión nuestras prácticas preguntándonos por qué decimos lo que decimos y hacemos lo que hacemos. Se trata de capacitar pero siempre articulando con otros organismos: ministerios, escuelas, asociaciones, entre otros y empezar a reconocer cuáles son algunos de los orígenes de esas prácticas. 

Es quizás hasta paradójico que en una provincia de frontera haya discriminación para con las personas de países vecinos. ¿Es así?

Sí y eso también sucede con los pueblos indígenas. Es una provincia en la que muchas veces vemos que está naturalizadísima la práctica discriminatoria contra los pueblos indígenas, desde la forma en la que nos dirigimos a otras personas, tratándolos de indios o coyas hasta las prácticas que tienen que ver con el acceso a la salud, justicia, educación, que tienen más que ver con el Estado. 

En relación al tema de la diversidad sexual explicabas que no debe llamárseles minorías sexuales porque de alguna forma todos pertenecemos a una minoría...

No lo digo yo, lo utilizan en el área de sexualidad del Inadi para plantear qué es la heteronormatividad. ¿Es la relación de varones con mujeres? Y siempre se habla de minorías sexuales y en realidad si uno tiene en cuenta al colectivo tendría que decir que dentro de las posibles relaciones afectivas y sexuales la heterosexualidad sería parte de la minoría. Además se habla de minorías y mayorías como si las mayorías tuvieran derechos y las minorías no, es un tema de derechos humanos. 

Hablemos sobre la cuestión de género...

Siempre se habla de las mujeres como un grupo vulnerable. ¿De verdad pensamos que las mujeres son vulnerables y que son menos que los varones? Sí están en una situación de vulnerabilidad por una construcción histórica en la que se han vulnerado sus derechos. 

Las prácticas discriminatorias más difíciles de erradicar son aquellas que más naturalizadas están, ¿no? Incluso para quien es discriminado...

Exactamente. Poder reconocer que se le ha negado un derecho a un sector y por eso tener que restituirlo significa tomar una medida de acción positiva, como por ejemplo la del cupo femenino. 

Teniendo en cuenta la concepción de que el salteño es conservador, ¿qué pasó respecto al matrimonio igualitario?

Ninguno de nosotros está exento de haber dicho en algún momento esto de que la idiosincrasia salteña tiende a ser conservadora. Sin embargo nos ha asombrado mucho el salteño en cuanto a algunas medidas que uno podía llegar a pensar que iban a generar mucho ruido y avanzaron y conviven. A nadie le generó un mal que dos personas del mismo sexo se puedan casar y a muchas personas les permitió acceder a un derecho. 

¿Qué más nos falta?

La cuestión religiosa. Nosotros nunca dejamos de lado nuestro reclamo por poder tener una verdadera educación laica. La base del respeto a todas las religiones. Si bien la ley de educación en Salta plantea que se respeta a todas las religiones, sabemos que se enseña catolicismo solamente y los otros chicos quedan afuera.