Newell's sumó en un partidazo ante Arsenal pero no se subió a la punta del torneo

Newell's sumó en un partidazo ante Arsenal pero no se subió a la punta del torneo
El rojinegro no pudo o no supo reaccionar y otra vez dejó pasar una oportunidad enorme de recobrar el liderazgo en soledad y volver a tener la chance de depender de sí mismo.

El punto fue escaso, más allá de que Newell’s sigue vivo y con posibilidades de alcanzar el bicampeonato. Arsenal no le permitió pegar el salto a la cima y recobrar el camino de la victoria tan vital como necesaria en esta etapa de definiciones. El rojinegro no pudo o no supo reaccionar y otra vez dejó pasar una oportunidad enorme de recobrar el liderazgo en soledad y volver a tener la chance de depender de sí mismo. Por eso cierta desazón y el sabor amargo anoche en el Coloso por el punto obtenido y que estira las estadísticas a seis encuentros sin poder ganar. Un pecado casi capital para un equipo que fue y sigue estando entre los candidatos a la gloria. Porque aún nada está dicho.

   Enfrente tuvo un rival que llegó con la premisa de siempre, la de jugar poco y demorar mucho. Haciendo todo muy lento y que generaba fastidio. Es cierto, también este conjunto de Sarandí cuenta con la ¿complicidad? de los árbitros que le permite hacer lo que quiere.

   En los primeros minutos Arsenal cuidaba su territorio y Newell’s insinuaba, pero fue recién a los 19’ cuando avisó con una acción de Trezeguet, que no alcanzó a conectar bien la bocha que murió en las manos de Campestrini. La visita respondió recién 10’ más tarde con un tiro de emboquillada de Carrera que se fue muy cerquita.

   El rojinegro le imprimía velocidad al juego. O por lo menos lo intentaba, porque Arsenal desaceleraba las acciones cuando tenía que poner en disputa la pelota. Encima, el equipo de Alfaro encolumnaba sus líneas atrás y hacía difícil romper el muro, por eso Villalba probó desde lejos para que Campestrini se luciera.

   Con un pelotazo se abrió el partido. Bernardi tiró uno largo a espaldas de Damián Pérez para que Cáceres la tocara a la carrera con la zurda bendita y clavara un golazo que dejó incrédulo hasta al propio jugador.

   El golpe obligó a Arsenal a cambiar su mezquina estrategia. Tuvo que soltar un poco más a sus jugadores, aunque se tomó su tiempo para hacerlo. Y en ese período de meditación Newell’s tuvo la oportunidad de golpear nuevamente con aquel cabezazo de Víctor López, a los 39’, que Campestrini tapó notablemente.

   Si hay algo que tiene Arsenal es paciencia (exasperante) y le saca provecho a la pelota parada, una virtud archiconocida. Y en la primera que tuvo en el arranque del complemento (4’) golpeó con dureza. Córner desde la izquierda, Echeverría apareció solo y sin marcas para de cabeza estampar el 1 a 1.

   La Lepra quedó grogry con el puñetazo a la ilusión de la victoria. Perdió la fuerza, la sorpresa y la enjundia. Un poco por impericia propia y otro tanto porque Arsenal apostó al “no juego”, el que pone en práctica casi siempre. Y llamativamente, porque aún tenía y tiene chances de pelear el título, mostró un conformismo notable con el punto, que de poco le servía si aspira al título.

   Newell’s, que mejoró su imagen, dejó pasar otro tren hacia la gloria. El empate le permitió sumar, pero continúa debajo de San Lorenzo (único puntero) a un punto. Sigue en carrera, pero cada vez con menos espacio por resignar. Sigue vivo, por méritos propios pero también por los ajenos.

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