Newell’s quedó entre lo ideal y lo real tras empatar sin goles con Tigre

Newell’s quedó entre lo ideal y lo real tras empatar sin goles con Tigre

Esta vez el equipo de Bernardi quiso pero no pudo plasmar su juego con eficacia y empató con Tigre. Sumó un punto y perdió un jugador importante de cara al clásico.

Hace una semana, contra Racing, Newell’s tuvo una tarde de ensueño, en la que le salió todo redondo, porque se floreó con un fútbol de alto vuelo y contundencia ofensiva. Pero ayer todo fue realismo absoluto. Enfrente tuvo un rival astuto como Tigre, que mordió, corrió y no dio ninguna pelota por perdida. Algo parecido a lo que le tocará cada fin de semana. Y por sobre todas las cosas porque los rojinegros, con el empate 0-0 de ayer, cometieron evidentes errores no forzados en el manejo de la pelota que lo hicieron un equipo absolutamente terrenal. Los leprosos, como cualquier hijo de vecino,  alternaron buenas y malas, sufrieron algunas zozobras en el área propia y, a la vez, estuvieron muy cerca de quedarse con todo en las chances netas abajo del arco que al final dispusieron Víctor Figueroa y Marcos Cáceres. Lo más importante es que Newell’s volvió a sumar y así enfatizar las ideas es más fácil. Y llega al clásico con un equipo con cosas a corregir, pero siendo absolutamente competitivo para afrontarlo sin ningún drama. La mala fue la baja por expulsión de Hernán Villalba, pero ese será un tema al que tendrá que encontrarle respuestas el flamante DT a la hora de elegir al reemplazante.

Newell’s se fue de Victoria con un interesante aprendizaje. Ni todo era un violín tras el debut triunfal del ciclo Bernardi ante los de Avellaneda ni ahora está todo desalineado y hay que empezar de nuevo. Al contrario, lo más rescatable es que los rojinegros siempre intentaron mantener la idea del protagonismo a partir del manejo de la pelota y no renunciaron a la consigna a lo largo de los 90 minutos. 

Se podría decir que lo mejor de Newell’s se vio en el tramo final, cuando tras la roja por reincidencia de enjundia de Villalba a la hora ir a disputar la pelota, el equipo supo hilvanar un par de estocadas, una en los pies de Víctor Figueroa y otra del paraguayo Cáceres, que de no ser por los reflejos impecables del arquero Sebastián D’Angelo el resultado se hubiese torcido para los de Bernardi.

Igualmente esas acciones no deben tapar el horizonte de un partido al que Ñuls nunca terminó de encontrarle la vuelta y tampoco pudo imponer supremacía absoluta en algún pasaje del encuentro. El empate fue lo más justo.

Desde el inicio las cosas estuvieron claras. Newell’s iba para adelante con la pelota y Tigre se agazapaba para salir de contra. Y así ante la imprecisión leprosa fue el local el que arrimó peligro a las narices de Ustari. Primero casi factura cuando Facundo Sánchez entró por sorpresa y luego de cabeza fallaron Echeverría y González Pírez, tras dos desatenciones en las pelotas detenidas. Newell’s en la primera etapa apenas insinuó peligro con un par de remates de Scocco. 

En el complemento, Rincón siguió haciendo de las suyas ante Coty Fernández, pero siempre apareció Ustari para salvar las papas.

Para el final quedó un penal claro que el juez Ariel Penel no le sancionó a Scocco y lo dicho, la roja a Villalba y el par de oportunidades que ahogó el guardameta D’Angelo. Newell’s se fue con un punto, errores a corregir, pero con la convicción de que no renuncia a jugar como quiere el técnico.

No se guardó nada y se quedó sin Villalba para lo que viene

Newell’s afrontó el partido de ayer enfocado exclusivamente en Tigre y dejó en un segundo plano el cotejo que se viene el domingo ante Central. Lo dijo el entrenador Lucas Bernardi en la semana previa y lo ratificaron sus jugadores desde la entrega en Victoria. El caso más claro fue el del mediocampista Hernán Villalba, quien sabiendo que estaba amonestado no mermó la tenacidad y fue otra vez fuerte abajo a barrer, algo que le valió el segundo cartón amarillo y la consecuente roja. Lo concreto es que el Mudo no pudo autoprotegerse y eso lo dejó afuera del partido más importante de la ciudad. Y más allá de si fue inteligente o no lo que hizo, lo cierto es que el hecho certificó que Newell’s no especuló ni se guardó nada de cara al duelo con Central.

La gran pregunta es ¿cómo llega Newell’s al clásico? Y se puede decir que arriba a este trascendental compromiso sabiendo desde la teoría muy bien qué es lo que quiere y, a la vez, con algunos defectos lógicos en la puesta en práctica, ya que el ciclo Bernardi tiene solamente dos partidos encima.

Lo de Racing fue realmente paradisíaco y lo de Tigre fue bien terrenal. Tal vez el desafío del entrenador Lucas Bernardi en esta semana especial por donde se la mire será tener un punto de equilibrio entre una producción brillante y la otra que resultó discreta, que dejó bastante que desear en algunos aspectos defensivos. 

Tampoco es del todo malo que esta advertencia que ayer planteó Tigre en Victoria, de que no todo siempre irá por los rieles del funcionamiento aceitado que se pretende, se haya dado en la previa del clásico, un encuentro complejo por donde se lo mire, tanto desde el aspecto futbolístico como en lo emocional.

El número puesto para reemplazar a Villalba para recibir a Central es Diego Mateo. Y hasta podría haber algún otro retoque entre la formación titular. Lo claro es que fue bueno que los defensores Milton Casco y Marcos Cáceres, el delantero Maxi Rodríguez y los mediocampistas Lucas Mugni y Víctor Figueroa hayan sumado minutos.

 Es que para Newell’s todos serán importantes en el partido que se roba la atención de la ciudad, en especial, y el país futbolero.

Mateo volvió y se perfila como titular para el clásico

Si bien en la reanudación del campeonato, frente a Racing, quedó relegado hasta del banco de los suplentes, ayer volvió a jugar en la primera leprosa el mediocampista Diego Mateo. Lo hizo para suplantar la vacante que dejó Hernán Villalba tras la expulsión. Ingresó a los 75’ por el delantero Maximiliano Rodríguez. Ahora todo indica que Pomelo tiene todos los boletos para ser el cinco titular en el clásico del domingo. En el rato que estuvo en cancha el experimentado mediocampista demostró su compromiso habitual para recuperar la pelota y lidió ante los aguerridos volantes del equipo de Gustavo Alfaro.

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