Más de 10 mil personas repudiaron lo aprobado anoche por la Legislatura local. Cuestionaron además el accionar de la Policía. Ayer hubo incidentes y varios heridos.
Más de 10 mil neuquinos marcharon hoy por la ciudad para repudiar el acuerdo que firmó la provincia y para cuestionar el accionar que tuvo la Policía de la provincia durante las casi 8 horas que duró la represión de ayer en la puerta de la Legislatura.
La manifestación se congregó poco antes del mediodía en el centro de la ciudad y fue convocada por las agrupaciones que lideran los reclamos contra el acuerdo YPF-Chevron: CTA, centros de estudiantes secundarios y universitarios, agrupaciones de izquierda, asociaciones ecologistas y grupos mapuches, entre otros. Esta vez fue todo completamente pacífico. No había policías presentes, ni tampoco funcionarios que intentaran impedir la marcha que terminó cerca de las 13:30 en la puerta de la casa de Gobierno.
La represión de ayer despertó los recuerdos de otras represiones policiales que generaron los asesinatos de Teresa Rodríguez (en 1997) y del docente Carlos Fuentealba (en 2007). La represión ayer comenzó a las 11 de la mañana y duró hasta después de las 18 horas. Durante toda la tarde volaron piedras, bombas de estruendo, balas de goma, e incluso una bala de plomo que impactó en el cuerpo del joven de 33 años, Ramiro Barreiro. El docente y estudiante continúa internado, pero estaría fuera de peligro.
El gobernador y otras autoridades destacaron el accionar de la policía e incluso el ministro de Coordinación de la provincia, Gabriel Gastaminza, dijo ayer que “ningún policía” estaba “con armas de fuego”. “No portaban balas de plomo en sus armas reglamentarias”, había asegurado. Obviamente estas palabras no convencen a ninguno de los manifestantes que ayer estuvieron protestando y todos apuntan a que el disparo sí fue efectuado por un policía.
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