Se suponía que iba a ser un día tranquilo, con las campañas suspendidas en homenaje a las víctimas del atentado del 11 de septiembre y con una silenciosa aparición de los candidatos en la ceremonia en Nueva York. Pero fue quizás una de las más dramáticas jornadas en el último tramo de la campaña electoral: Hillary Clinton se sintió mal, tuvo que retirarse descompuesta subrepticiamente en el medio del acto, fue filmada casi desmayada mienta subía a su camioneta y al final del día se informó oficialmente que tenía neumonía y se había deshidratado. Todo esto llevó al extremo los rumores sobre su real estado de salud y sobre cuándo podrá volver al ruedo electoral. Seguramente Donald Trump, que venía sembrando dudas sobre la capacidad física de su rival, se aprovechará a fondo de este incidente. Más allá de si está enferma o no, esto cae como una bomba en la campaña de Hillary.

Con una temperatura cercana a los 30 grados, con anteojos de sol, la ex secretaria de Estado, de 68 años, llegó al Ground Zero, el lugar donde se realizaba el homenaje a las víctimas. También estaba su adversario republicano, en una muestra de unidad en medio de una agitada campaña. Pero cuando había transcurrido una hora y media y aún se estaban leyendo los nombres de las casi 3.000 víctimas, Hillary se sintió mal, abordó una camioneta y se fue. Según se supo luego a través de un comunicado, la candidata había sufrido un “golpe de calor” y había ido a reponerse al departamento neoyorquino de su hija Chelsea. Luego de una hora de desaparecer de la escena, y mientras las redes sociales ardían de rumores sobre su salud, ella dejó el lugar. Hillary saludó en la vereda a varios de sus seguidores e incluso se dejó fotografiar. “Me siento bien”, dijo.

Pero poco después apareció algo inesperado: un aficionado publicó un impactante video del momento en que Hillary dejaba la ceremonia y era sostenida del brazo por una asistente mientras esperaba subir a la camioneta. En un momento se ve a la candidata al borde del desmayo, sin poder mantearse en pie, mientras sus guardaespaldas intentaban ocultar la escena.

A fines de 2012, Hillary sufrió una infección estomacal, se cayó y se golpeó la cabeza, por lo que estuvo internada tres días por un coágulo cerebral que se le había originado. Desde entonces varios republicanos habían llegado a sugerir que tenía “daños cerebrales” derivados del golpe. La ex secretaria de Estado nunca demostró tener problemas. Pero Trump ha deslizado varias veces que los médicos de la candidata mienten. Ya se venía hablando del tema porque hace dos días Hillary sufrió un ataque de tos en medio de un discurso y apenas pudo terminarlo. Dijo que sufría de alergia. Pero lo que sucedió ayer encendió las alarmas a todos. En los medios se hablaba más de la salud de Hillary que del aniversario del 11-S. La campaña tuvo que difundir anoche un parte médico formal. Lisa Bardack, la doctora que atiende a la ex primera dama, informó que la candidata fue diagnosticada el viernes de neumonía, después de unos exámenes a los que se sometió tras el ataque de tos.