Negociaciones de último momento para intentar adjudicar seis corredores viales

Negociaciones de último momento para intentar adjudicar seis corredores viales

Iba a ser un test para saber qué tan confiados estaban los inversores en materia de infraestructura financiada por los privados. Pero ahora, a pocos días de la apertura de sobres económicos, la licitación para quedarse con corredores viales mediante el régimen de participación público privada (PPP) se ha convertido en un verdadero desafío para el Gobierno. 

"La verdad es que estamos confiados porque varios consorcios cerraron el 80% del financiamiento antes de presentar la oferta. Por lo tanto, se podría dar el caso de que haya propuestas que estén por debajo del interés de lo que la Argentina podría conseguir en este momento. Pasada la tormenta, todo seguirá normalmente", dijo a LA NACION Javier Iguacel, director general de Vialidad Nacional.

Fueron días intensos. El jueves se abrirán los sobres económicos de los diez consorcios -compuestos por 19 empresas nacionales y siete internacionales- que presentaron un total de 32 ofertas. Luego vendrán alrededor de tres semanas de estudio para llegar a fines de junio con la adjudicación de los corredores. Ese es el esquema que se apuntó mucho antes de la turbulencia financiera que derivó en el pedido de una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) y en una suba del dólar. Las cuentas se hicieron antes y los sobres se presentaron en un amesetado abril, pero las adjudicaciones se harán en el convulsionado mayo. Un océano en el medio.

Confianza oficial

En el Gobierno están convencidos y confiados en que esta etapa seguirá su rumbo sin mayores contratiempos. "Las obras tienen un sistema financiero de repago en dólares. Los consorcios hicieron sus cuentas y tomaron las previsiones. De ahí en más, es imposible saber cómo se comportará el dólar dentro de cuatro años, fecha en que empiezan los primeros vencimientos fuertes. Entonces, la obra ya estará prácticamente terminada", dice Iguacel.

Más allá del optimismo por entregar seis obras viales imprescindibles por alrededor de US$1000 millones cada una, en el Gobierno hubo debate puertas adentro. Como en el fondo los PPP son un enorme entramado financiero, además de la construcción, terciaron los ministros de Finanzas, Luis Caputo , y el de Transporte, Guillermo Dietrich.

La duda era simple: qué pasaba si se adjudicaba y alguno de los consorcios decidía abandonar la gatera dado que las condiciones habían cambiado demasiado rápido, más allá de las previsiones.En Transporte enumeraban el costo y la dificultad práctica de dejar a mitad de camino. Vialidad, que fue junto a una secretaría de PPP que está dentro de Finanzas los que hicieron los pliegos, esgrimía que se habían incluido varias condiciones, como una póliza de sostenimiento de oferta por US$15 millones que se gatilla en caso de que alguna la retire. Además existe una segunda por un 6% del monto total de la obra.

Y para cerrar el cepo de salida, cada adjudicatario deberá capitalizar con dinero el 10% del total del contrato (alrededor de 600 millones de dólares entre las seis) para iniciar la obra mientras se termina de cerrar el financiamiento del proyecto.

"Es verdad que hay muchos candados para salir. Pero una compañía grande, cuando ve que perderá más si se queda, puede estar dispuesta a perder los 15 millones de dólares", dijo el número uno de un fondo de inversiones que miró con detalle las PPP viales, pero que, finalmente, dejó correr la mano.

Lo cierto es que más allá de las previsiones que estaban en el pliego, las consultas a los consorcios se sucedieron en los últimos días. Cerca de Caputo eran de la idea de que no era posible que se adjudicaran y que alguno se bajara. En el entorno de Dietrich, la cosa es más radical: se abren y avanzamos.Negociadores al fin, se abrió un camino intermedio. Varios hombres del Gobierno levantaron el teléfono y hablaron con los responsables de cada uno de los consorcios.

Idas y venidas

Durante estos días hay idas y venidas constantes de pedidos de aclaración o para salvar alguna formalidad. "Se entregaron kilos y kilos de papel. Imagine que encontrar alguna falta es cosa de niños", dijo un abogado que asesora al menos a uno de los grupos.

Esos pedidos de información complementaria, que son moneda corriente en este tipo de procesos, se sucederán estos días. Y en la gestualidad que entre todos acordaron en estos días de conversaciones animadas, la falta de respuesta será interpretada como que dejó pasar el tren. Simple, no se gatillan las garantías de mantenimiento de oferta, no se adjudica a alguien que se arrepintió de sus números y el Gobierno llega al jueves con el listado de candidatos depurado.

 

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