Negociaciones sin techo

Negociaciones sin techo

EL GOBIERNO REITERO QUE NO PONDRA LIMITES EN LAS PARITARIAS. Los ministros de Trabajo y Economía rechazaron que el Gobierno intente imponer condiciones en las negociaciones salariales, aunque pidieron responsabilidad a los empresarios para no trasladar los aumentos a los precios.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó ayer que los empresarios deben demostrar “responsabilidad” en la negociación paritaria, al tiempo que criticó la política de precios de muchas industrias de trasladar todo el incremento de los salarios al valor final de los productos. Aseguró que hubo sectores que “ganaron” mucho en los últimos años y consideró que deberían compartir parte de esos beneficios con los trabajadores. En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mencionó que el Gobierno no pondrá topes a la negociación de las paritarias, para negar los rumores respecto de que existe un techo de 25 por ciento que no podrán superar los gremios. Destacó que los acuerdos en los últimos años fueron libres y lo seguirán siendo.

“Las paritarias, que hoy discuten los trabajadores, fueron impulsadas por el gobierno de Néstor Kirchner y hoy son un modelo vivo”, dijo Kicillof. Detalló que desde el Gobierno no sólo no hay intenciones de poner un límite a los acuerdos sino que tampoco existen herramientas para hacerlo. El funcionario participó de un acto en el Mercado Central, en el que también estuvieron el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el secretario de Comercio, Augusto Costa, y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

Kicillof reclamó responsabilidad de las empresas en relación con las remarcaciones de los productos posteriores a los acuerdos salariales. “Algunos empresarios dicen que dan cualquier aumento porque total lo pueden trasladar a precios, y encima aseguran que la culpa de las subas es de los trabajadores. Quieren pagar, pero no de la suya sino del incremento que perjudica a todos los consumidores”, afirmó. Agregó que hoy “la desocupación del 6,9 por ciento les permite a los trabajadores discutir con libertad y sin la presión de desempleo de 25 por ciento como la registrada en el 2000”.

El ministro remarcó además que en los últimos meses hubo una desaceleración del proceso inflacionario, tras las tensiones de principios de 2014, cuando la corrección cambiaria y la especulación de los comerciantes provocaron fuertes presiones del proceso inflacionario. Aclaró que incluso los medios opositores reconocen que la variación mensual de los precios se desaceleró y ahora la ubican en 2 por ciento. “Yo multiplico por 12 y me da 24 por ciento. Es lógico que, si se desaceleran los precios, los aumentos salariales sigan la misma trayectoria. No obstante, cada sector tiene sus particularidades”, cerró.

El ministro de Trabajo, en tanto, se concentró en negar que desde el Gobierno se busque fijar un techo a las paritarias, un rumor que corrió en los últimos días para explicar las tensiones en la negociación salarial de metalúrgicos, sindicato de Antonio Caló, titular de la CGT oficial. “En 12 años nunca fijamos piso ni techo para las paritarias, han sido libres y lo van a seguir siendo”, dijo Tomada en declaraciones radiales. También negó que su cartera se hubiera negado a homologar un acuerdo salarial del sector comercio. “Se habla de acuerdos que todavía no se han alcanzado”, indicó. Al mismo tiempo, sostuvo que el promedio de las paritarias del año pasado fue del 31,6 por ciento, muy por arriba del supuesto techo que medios periodísticos decían que el Gobierno quería imponer en aquella oportunidad.

“Hay quienes quieren suprimir las paritarias. Con paritarias que no sirvan o que exploten por el aire terminamos en aumentos discrecionalmente fijados por empresas o que se hagan por decreto”, señaló, para mostrar las tensiones por intereses contrapuestos que existen detrás de los convenios colectivos. “Se busca generar una situación de conflicto para marcar la cancha a los candidatos y al presidente que viene. Los intereses mediáticos y políticos que pretenden provocar problemas entre los empresarios y los gremios son muy fuertes. Pero van a fracasar como han fracasado en los intentos anteriores porque será las propias partes sociales, con el Gobierno, las que van a terminar cerrando los convenios como todos los años”, aseguró.

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