Negociaciones entre la UCR y el PRO frenadas por efecto Lousteau

Negociaciones entre la UCR y el PRO frenadas por efecto Lousteau

El apoyo radical en Capital Federal al ex embajador, genera ruidos entre los socios bonaerenses

 

Algunos lo atribuyen al denominado “efecto Lousteau”. Otros, consideran que se trata de un típico tironeo de los tantos que hubo y habrá en la antesala de las definiciones electorales. Lo cierto es que las conversaciones que tibiamente habían comenzado entre el macrismo y la UCR por el reparto de espacios en las listas de legisladores, están congeladas.

Allá por febrero, cuando el escenario parecía despejado de algunas tensiones, la máxima jerarquía de Cambiemos en la Provincia había decidido que a más tardar en marzo quedarían sellados los lugares que tendría cada partido en las listas de aspirantes a la Legislatura. De este tema habían conversado en ese entonces la gobernadora María Eugenia Vidal y su vice Daniel Salvador.

Sin embargo, con medio mes de abril consumido y a poco más de dos meses del cierre de listas previsto para el 24 de junio, el deseo de trabajar con tiempo para aplacar el clima de rigidez entre los dos principales socios del oficialismo, no se ha plasmado en los hechos.

En sectores del radicalismo provincial admiten que el complejo escenario porteño se proyecta en el bonaerense e incide directamente. La posibilidad de que el radicalismo de Capital Federal acompañe la candidatura del ex embajador en los Estados Unidos, Martín Lousteau, genera tensiones más allá del límite entre los dos distritos.

Lousteau pretende que se le permita ir a las Primarias bajo el paraguas de Cambiemos contra los candidatos del PRO, pero el macrismo no quiere correr el riesgo. Mucho menos tomando el antecedente de hace dos años cuando Horacio Rodríguez Larreta sudó la gota gorda para quedarse con el gobierno porteño en un final de bandera verde.

AMENAZA

La amenaza radical de ir con Lousteau es abierto desafío a los deseos del Presidente empieza a repercutir en la Provincia. Lo admiten algunos de los dirigentes que están -o deberían estar- en la mesa de negociaciones con el macrismo.

Por lo pronto, como se dijo, los contactos están clausurados, lo que alimenta la presión de sectores del macrismo que buscan disuadir a los radicales porteños de acompañar a Lousteau. “Si hay Paso, que haya también en la Provincia”, desafían.

En la UCR creen que la sangre no llegará al río, pero por lo pronto no quieren hacer olas. Por eso generó ruido y del fuerte la decisión de los radicales de Tandil de ir a las Primarias con lista propia excluyendo al PRO, decisión que colisiona con la línea dispuesta por el Comité Provincia de allanar los caminos en busca de listas de unidad en todos los distritos.

Más allá de la actual falta de diálogo, los radicales ya han hecho saber al PRO sus intenciones de cara al año electoral: un legislador por cada una de las ocho secciones más tres diputados nacionales.

La UCR pretende en esta negociación conseguir los espacios que no obtuvo -pero que pretendió- en las primeras líneas del gabinete de Vidal.

De ahí que haya posado la mira en las listas de legisladores en busca ya no de conservar, sino de ampliar su base de representación parlamentaria.

Por ahora, la negociación está varada a la espera de lo que ocurra en Capital Federal.

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