Con UPCN hay ya una idea instalada. Un incremento salarial que el gremio estima en 24 por ciento, punto más, punto menos, más una suma fija. El gobierno quiere dar menos que eso, pero la charla está abierta. Negociadores de ambos lados del mostrador se vieron este martes 26, sin hacer demasiada bambolla, sino, por el contrario, manteniendo la discreción.

En ATE, las sensaciones se mezclan un poco más. Es que hay un bando interno duro, afirmado fundamentalmente en el sistema de salud público, y particularmente en el hospital emblema de la provincia, el Castro Rendón.

Desde esos reductos, en donde la izquierda combativa prevalece, y desde donde se cuestiona la “burocracia sindical” de la conducción, se prometió participar muy activamente del paro anunciado para este miércoles 27. Movilizarán todo lo que puedan movilizar, con un algún bloqueo de la ruta 22, al menos por un rato, se prometía.

No es poco lo que está en juego. La solidez de la economía estatal pende de frágiles expectativas todavía. El próximo paso se dará a principios de agosto, cuando el gobierno de Mauricio Macri selle el acuerdo con las provincias y se firme un nuevo pacto fiscal, con el principio de la restitución de aquel 15 por ciento de coparticipación que el Estado nacional se apropió en la década del ’90.

Agosto podría ser el mes de los acuerdos. Difícilmente se alcancen antes.