Bajo el concepto madre de que la gente de los barrios más humildes debe tener la misma calidad de vida que los habitantes del centro de la ciudad, se los dotó de servicios básicos como agua corriente, cloacas, energía eléctrica, centros de salud, escuelas y centros culturales; a partir de allí se trabajó en la integración y reconstrucción  del tejido social, impulsando políticas y actividades culturales.

A contramano de esas políticas públicas tendientes a la integración y formación del concepto "marca ciudad" que se genera desde la identificación del vecino, del habitante "de a pie" con su terruño, en Necochea desaparece como tal la Dirección de Cultura, quedando reducida a un área menor dentro de la mega Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales, encabezada por Jimena López.

La razón esgrimida es el recorte en el gasto político impuesto por el municipio. Junto con Cultura, desaparecen la Dirección de la Juventud, la OMIC, la Subdirección de Ingresos Públicos y el área de Modernización.

Se dice que hay una cultura, que ya no es cultura, que es sólo entretenimiento y es la que tristemente se impone desde el facilismo como política cultural, y por otro lado está la cultura de los ciudadanos, que es avance, es cambio, ideas para otra vida mejor, que crea atmósfera de sentido y pertenencia y esa es la cultura huérfana de políticas públicas en nuestra ciudad.