La historia es circular. Cuando el hospital toca fondo y no quedan ni curitas, la solidaridad del necochense se hace presente para dar una mano. Instituciones, artistas, vecinos y comerciantes se unen en campañas para recolectar insumos hospitalarios. Y atrás del vecino, con cara de piedra y sin ponerse rojos de vergüenza, salen los funcionarios a decir que ya se están ocupando.
Como ocurre tras cada crisis, el Ejecutivo salió a minimizar la grave situación que atraviesa la salud pública en el distrito y es permanentemente denunciada por trabajadores y profesionales de la salud y que en los últimos días provocó la renuncia del jefe de traumatología, Jorge Turic.
La falta de insumos y medicamentos hace que la salud de los pacientes se vea seriamente afectada, al punto que los médicos aseguraron que muchas veces tienen el diagnóstico pero no la medicación y los recursos para llevar adelante el tratamiento.
Mientras los vecinos de Necochea deben afrontar situaciones como el colapso de la salud pública o sufrir las altas temperaturas del verano sin agua en numerosos barrios de la ciudad, el intendente Facundo López vive en una realidad alterna y posa sonriente recibiendo un premio de cortesía por el Festival Infantil, o envía fotos a los medios abrazado a algún funcionario provincial.
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