De Narváez apuesta a retener poder en territorio bonaerense

Busca mantener los votos obtenidos en las PASO, revalidar su banca y tener un bloque legislativo que le permita proyectarse a la gobernación
Pragmático y pertinaz, Francisco de Narváez jamás se dará por vencido. No lo hará nunca, según afirman quienes más lo conocen. Es decir que el eventual cuarto puesto que obtendría esta noche lejos estará de marcar el final de su carrera política, pese a que su caudal de votos caerá notablemente en comparación con el triunfo histórico de 2009, cuando derrotó a Néstor Kirchner.

Decidido a competir en 2015 por la gobernación bonaerense , De Narváez apuesta a sentar desde ahora las bases de ese proyecto. El desafío será mantener el 10,5% de los votos obtenidos en las primarias (unos 943.000 votos), lo que le permitiría contar con una tropa propia en el Poder Legislativo y en concejos deliberantes de algunos municipios. Anhela conservar esa presencia territorial y resistir a los frenéticos cambios que impone el ajedrez electoral. Nada sencillo.

De acuerdo con sus propios pronósticos, De Narváez estima que el frente que encabeza logrará "cuatro diputados nacionales y unos ocho o diez legisladores provinciales". Pero no todos ellos le garantizan su compañía y respaldo hacia 2015. De hecho, el número dos de la boleta principal, el moyanista Omar Plaini, ya decidió tomar distancia luego de los comicios.

De Narváez revalidará la banca de diputado que ocupa desde 2005. A diferencia de Sergio Massa y Martín Insaurralde, sus dos principales competidores, él no tiene una gestión ejecutiva para exhibir. Apeló en cambio a difundir su tarea legislativa como una nueva estrategia. Lo hizo con un marcado hincapié en divulgar sus más de 100 iniciativas vinculadas a la lucha contra la inseguridad y la droga. "Mano dura dentro de la ley. Un crimen, un castigo", fue su eslogan para el tramo final.

Tras el voto de hoy, De Narváez enviará a José "Pepe" Scioli, una de sus principales espadas, a negociar espacios de poder en el peronismo. Pepe es el nexo entre De Narváez y su hermano Daniel, el gobernador de Buenos Aires. De Narváez sueña con que los Scioli lo proclamen el candidato ideal para gestionar la provincia a partir de 2015.

EL DATO

Presencia legislativa

De Narváez aspira a tener cuatro diputados nacionales, entre ocho y diez bonaerenses y concejales, que le permitan negociar cuotas de poder en la provincia.

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