Se acercan las elecciones y el peronismo bonaerense, luego de casi más de un año de letargo, entró en ebullición. Las reuniones se multiplican y todos hablan de unidad. Sin embargo, en la actualidad, el panorama partidario está fragmentado.

Por un lado los que se encolumnan detrás de Florencio Randazzo y la idea de disputar unas PASO. Del otro, un gran número de intendentes con peso territorial que buscan consensuar una lista de unidad y apuestan por un candidato taquillero como Cristina Fernández u Daniel Scioli; también algún intendente como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) o Verónica Magario (La Matanza). También está el sector más kirchnerista con el cual gran parte de los dos grupos anteriormente descriptos quiere despegarse.

Ante este panorama, ideal para el oficialismo, hay intentos desde diversas facciones de abroquelarse. Un ensayo importante se dio el último lunes en la vivienda del intendente del Grupo Fénix, Gusto Menéndez (Merlo). Con la presencia de otros pares e integrantes como Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Ricardo Curutchet (Marcos Paz), Santiago Maggioti (Navarro) y Gustavo Barrera (Villa Gesell) intentaron convencer a Randazzo –charla de cuatro horas mediante- de que desista de una interna. Él se mantuvo firme en su postura y les aseguró, según el diario Clarín, que “si están del otro lado, voy a armar lista en sus distritos”.

"Tratamos de plantearle un formato de consenso y unidad. Porque la necesidad es conformar una lista competitiva", explicó aTélam Nardini.

"Si bien algunos plantean la necesidad de definir candidatos a través de las PASO, otros creen que en realidad lo que se define en agosto con esa herramienta es una interna del peronismo, cuando en este momento lo que hay que tener en claro es que el adversario es Macri (Mauricio) y su gobierno", agregó el intentendete de Malvinas Argentinas a ese portal.

"No hay que tenerle miedo a la competencia. Randazzo fue sincero también cuando dijo que si en agosto no le tocaba ganar iba a acompañar en octubre", sentenció Nardini.