Tras las valientes y precisas declaraciones del Obispo de Goya, Adolfo Canecin cuestionando con dureza al Gobierno de Gildo Insfrán, afirmando que la droga se instaló en Formosa por la complicidad del poder político, cuestionados funcionarios provinciales tildaron el análisis como “pesimista y simplista”, e irresponsablemente apuntaron la responsabilidades sobre la comunidad y sociedad formoseña.

ELLOS NUNCA TIENEN LA CULPA DE NADA

En tal sentido el candidato a gobernador, Luis Naidenoff, declaró que “para el gobierno los culpables siempre son otros. Hoy le tocó al Obispo, que ha puesto en debate una problemática que afecta fuertemente a la provincia. Esconder la realidad y desligarse de la responsabilidad es el peor de los caminos”.

“El narcotráfico es una problemática muy compleja que afecta al país y a toda la región. Muchas provincias, incluida Formosa, han pasado de ser un lugar de tránsito para transformarse en un lugar de producción y consumo” explicó. “Pero cada uno debe asumir la parte que le cabe en la lucha contra este flagelo, y sin duda el Estado provincial tiene la mayor de las responsabilidades. Es el que debe diseñar e implementar las políticas públicas para revertir la situación, es el Gobierno el que debe hacerse cargo”, señaló.

“Nosotros tenemos en claro el camino que hay que seguir, y venimos trabajando desde hace años diseñando propuestas y presentando proyectos. El Estado debe abordar esta problemática de manera integral y con políticas orientadas a dos grandes ejes: la persecución y sanción del delito, y la prevención, contención y recuperación de las personas afectadas”.

“En la primera línea, hemos presentado el proyecto para sancionar la Ley de Derribo, una política ya implementada en todos los países de la región para disuadir y controlar el tráfico aéreo de drogas”. “También hay que realizar una fuerte inversión en capacitación y profesionalización de las fuerzas de seguridad provinciales para que puedan trabajar codo a codo con las fuerzas nacionales”.