El aumento del 5% en las naftas y los gasoil que rige desde esta medianoche fue parte de la estrategia de la Secretaría de Energía para descomprimir la salida del congelamiento y evitar un salto en los precios de un día para el otro del 15%, la distancia que los funcionarios consideran que existía hasta ayer entre el precio interno del barril de petróleo y el de paridad internacional. En diálogo con BAE Negocios, fuentes cercanas al secretario Gustavo Lopetegui afirmaron que su expectativa es que los combustibles suban otro 10% antes de fin de año y que esa brecha quede licuada.

"Este es el último aumento fijado por nosotros. Luego, serán decisiones de los actores del mercado", plantearon las mismas fuentes. Así, el 14 de noviembre, cuando venza el decreto 566 que fijó por 90 días el precio del crudo y de los combustibles líquidos para el mercado interno, habrá otro incremento. Pero no sería el último. En Energía planean utilizar la posición mayoritaria del Estado en el directorio de YPF, la empresa que concentra más del 50% de la comercialización en el país, para condicionar a las firmas privadas y escalonar el descongelamiento. Así, habría un naftazo similar al de hoy en doce días y otro a comienzos de diciembre.

En plena transición, el equipo de Alberto Fernández no buscaría incidir en la decisión del Gobierno actual. Pese a que preocupa el impacto inflacionario, consideran que el congelamiento es dañino para la producción en Vaca Muerta y el balance de YPF.