La nafta subió más del 30% este año y la premium ya se acerca a los $ 10 el litro

Como consecuencia de la devaluación y el alza en el crudo, las petroleras aplican aumentos recurrentes; la súper se ubicó entre los 8,30 y 9 pesos
Es probable que los miles de automovilistas que en los primeros días de enero tomen su vehículo para viajar al destino turístico que eligieron para pasar sus vacaciones de verano piensen más en el descanso, la diversión y las promesas de buen clima antes que en la devaluación, la inflación y el incremento del petróleo en el mercado interno.

Esos tres últimos elementos, sin embargo, dejarán una huella visible en su recorrido: los obligarán a buscar más al fondo de sus bolsillos a la hora de llenar el tanque de nafta o gasoil.

Durante los últimos meses, las pizarras de las estaciones de servicio sufrieron remarcaciones de precios notorias. En algunos establecimientos del conurbano bonaerense, donde las bocas de expendio suelen tener precios más caros que en la Capital Federal pero por debajo del resto del país, la nafta premium alcanzó la barrera psicológica de los 10 pesos el litro. Casi con vergüenza, el cartel de una estación Esso (pertenece a Axion) de Ituzaingó, ubicada en la avenida Juan Perón, muestra que la 8000, la nafta más selecta de la compañía, cuesta $ 9,999. A media cuadra, su competidora con la bandera YPF vende la Fangio a $ 9,699. Aunque la empresa estatizada tiene en promedio los combustibles más baratos del país, aplicó en el año un fuerte ajuste, que fue replicado por el resto de las marcas. De acuerdo con números oficiales, el litro de nafta súper de la compañía costaba en enero en una gran cantidad de estaciones de servicio de Capital Federal $ 6,349. El mes pasado, el último del cual hay registros oficiales, se ubicó a $ 8,340; es decir, un 24% más. Un camino más empinado siguió la premium, que cuesta $ 9,290 y acumula una suba de un 33% (en enero el litro valía 6,989 pesos).

El encarecimiento de los combustibles puso en un brete a la tecnología. En poco tiempo más, los surtidores no podrán mostrar los valores de las naftas y el gasoil con tres decimales, como ocurre ahora. El motivo: las máquinas expendedoras están preparadas para mostrar sólo cuatro dígitos. De manera que cuando el litro sobrepase los $ 10, tendrán que dedicarle una nueva cifra al entero y restársela a los que están a la derecha de la coma. El tema, que es más una evidencia del encarecimiento de los combustibles que un problema concreto para las estaciones y las petroleras, disparó diversas conversaciones, planteos y dudas entre Rosario Sica, la presidenta de la Fecra (reúne a bocas de expendio de todo el país) y funcionarios de la Secretaría de Energía, que no pudieron responder concretamente a todas sus preguntas. Y algunas petroleras comenzaron a preparar el terreno: hoy sólo usan dos decimales para no aplicar el cambio cuando su precio se exprese en dos números enteros.

Aunque en términos nominales el incremento de precios obliga a destinar más billetes para llenar el tanque, las petroleras -además de YPF y Esso, entre las principales se encuentran Shell, Oil y Petrobras- dicen que no se llevan una tajada más suculenta.

La culpa, como casi con todas las variables importantes de la macroeconomía, la tiene el dólar. Mejor dicho: los efectos de su cotización sobre sus precios.

Aunque no tiene la publicidad de las operaciones inmobiliarias, la compraventa de petróleo local, principal insumo para la producción de combustibles, se hace en dólares, y la de combustibles, en pesos. Por eso en los despachos de las petroleras radicadas en el país tienen en mente la devaluación del peso con tanta o más precisión que un especialista en finanzas.

En noviembre, en términos anualizados, fue del 58%, equivalente a 3,9% mensual, mientras que en los primeros ocho días hábiles de diciembre esos números fueron 98% y 5,6% en cada caso.

MÁS PESOS

Un petrolero explicó las derivaciones de esas cuentas en los bolsillos de los automovilistas: "Cualquier recomposición de precios se la lleva inmediatamente la devaluación. Necesitamos más pesos para pagar los mismos dólares de crudo".

En otros términos: a juicio de quienes fijan los precios, el primer factor de incremento de los combustibles es provocado por la política monetaria.

Hay otro elemento que, sin tanta difusión, presiona también sobre los surtidores. Se trata del incremento, en dólares, que sufrió este año el precio del petróleo, que se lleva el 80% de los costos de producción. El restante 20%, está atado a la inflación..

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